El tenista argentino Tomás Etcheverry accedió este lunes a los cuartos de final del Abierto de tenis de Roland Garros, al superar en sets corridos, al japonés Yoshihito Nishioka, en un encuentro desarrollado en el court Suzanne Lenglen del complejo parisino.

El jugador platense, ubicado en la posición 49 del ranking mundial ATP, derrotó al japonés (33) con parciales de 7-6 (10-8 en el tie break), 6-0 y 6-1, luego de dos horas y cuatro minutos de juego.

El próximo rival de Etcheverry será el alemán Alexander Zverev (27), quien batió al búlgaro Grigor Dimitrov (29), con segmentos de 6-1, 6-4 y 6-3, en el marco de un cotejo que se extendió por dos horas y 17 minutos.

En tanto, el otro argentino en octavos de final, el porteño Francisco Cerúndolo (23), se despidió esta tarde, tras batallar intensamente y perder con el dinamarqués Holger Rune (6), con parciales de 7-6 (7-3), 3-6, 6-4, 1-6 y 7-6 (10-7).

Sin dudas se trata de un Grand Slam que le ha sonreído a los sudamericanos, donde la mayoría lograron avanzar de primera ronda. Es más, desde 2005 que no había tantos (7) en la segunda semana. Además de los tenistas nacionales, hubo un buen certamen del chileno Nicolás Jarry y el peruano Juan Pablo Varillas, que cayeron ante el noruego Casper Ruud y el serbio Novak Djokovic en octavos de final, respectivamente.

Etcheverry y Cerúndolo lograron su mejor participación en un torneo grande. Ambos se configuran como la próxima generación de talento argentino, ya que son jóvenes y han logrado desempeñarse en óptimas condiciones, con buenos resultados, no solo en la superficie de polvo de ladrillo, sino también en cemento. Un escalón más atrás aparecen el cordobés Pedro Cachín y el bonarense Sebastián Báez como las fututas promesas, aun con camino por recorrer y seguir creciendo.

Como se ve, el recambio está apareciendo tras lo que fue el declive en el carrera de Diego Schwartzman, hasta hace poco la mejor raqueta argentina (supo jugar las semifinales en el torneo parisino y estar en el top 10 del ranking ATP) y quien actualmente atraviesa una crisis tenística prolongada, lejos de su mejor nivel. Argentina tiene la capacidad para volver a ocupar lugares de privilegio, los frutos están empezando a cosecharse.