Por Pablo Martínez

Dicen que los equipos se arman de atrás para adelante, pero el Central del Kily parece hacer todo lo contrario, el arranque del partido fue nefasto en el fondo y lo terminó condicionando porque en 15 minutos ya perdía 2-0. Si bien tuvo buenas intenciones en ofensiva, todo fue insuficiente para subsanar el desequilibrio y descalabro defensivo.

Es preocupante para un entrenador no poder solucionar un problema que se repite partido tras partido, el Canalla es el equipo con más goles en contra que tiene el certamen hasta el momento, la vulnerabilidad que exhibe es alarmante y la falta de soluciones (que son urgentes), parecen no llegar nunca.

Central tuvo buenas intenciones durante los 90 minutos y falló en la definición, hubiera sido otra la historia si Marco Ruben en la primera jugada de riesgo del partido, anotaba el tanto de apertura. Pero de esa tapada de Unsain llegó el primero del Halcón, ante el desconcierto de una defensa mal parada.

El segundo tanto de los de Varela fue un show de errores en el fondo, desde la débil respuesta del Fosa Ferreyra, hasta la desubicación de los otros dos defensores (Avila y Almada).

El elenco rosarino no mejoró absolutamente nada lo hecho en Santa Fe, dejó pasar otra chance para acercarse a la clasificación a la Copa Sudamericana y el presente futbolístico es un mar de dudas, porque el vaso medio lleno (las buenas intenciones en ataque) se desvaloriza a partir del paupérrimo rendimiento defensivo, que parece ser una pesadilla para el Kily.