Por Santiago Fraga

Sin brillo pero con suma tranquilidad, Newell’s estiró su buena racha en el campeonato con un justo triunfo por 2 a 0 ante un rival de seis puntos como Aldosivi, ratificando el cumplimiento de uno de los objetivos primordiales: que los visitantes no la tengan fácil en el Coloso.

Cómo será el funcionamiento de este equipo de Frank Kudelka que en el primer tiempo, un gol arriba y sin dar la sensación de estar pasando por encima al rival, aún así dominaba en todos los rubros estadísticos, con excepción en la posesión de la pelota.

Sin ser tampoco un equipo catalogable como pragmático, los jugadores entienden a la perfección cuál es la idea del técnico y la ejecutan con la confianza de saber que ese juego les traerá ocasiones y resultados, con ciertas libertades esporádicas en el libreto.

Pese a que los grandes reflectores suelen quedarse más con jugadores como Cristian Lema o Santiago Gentiletti, desde el primer partido hay un jugador que es clave en este esquema de Kudelka y es Julián Fernández.

El mediocampista, pedido por el técnico al haberlo visto en su paso por el fútbol chileno, es un factor clave en el llamado «trabajo sucio» del esquema táctico y una pieza que a Newell’s le hacía falta desde hace mucho tiempo.

La entrega defensiva y las recuperaciones en el mediocampo lo convierten en un cinco de vital peso defensivo, pero también su visión de juego aporta claridad en la salida y alternativas importantes a la hora de la elaboración de ataque leprosa. Por si fuera poco, no teme a meterse entre los centrales en una jugada y a pisar el área en la siguiente, como así también se hace valer con su metro ochenta de altura en las pelotas paradas.

Así llegó su gol, tras un rebote que lo encontró en soledad como el jugador más adelantado en la cancha. El primero lo había anotado con un bombazo madrugador Jerónimo Cacciabue, otro de los pilares rojinegros a la hora de pensar en las dos facetas del juego.

Algunas dudas de Alan Aguerre, la mala toma de decisiones de Denis Rodríguez, el poco poderío físico de Lucas Albertengo y alguna momentánea irregularidad de Santiago Gentiletti podrían ser considerados los puntos bajos de un equipo de alto rendimiento, que deberá empezar a justificar ante los rivales de mayor peso este buen arranque de torneo.

Por lo pronto, se viene el encuentro frente a Boca en La Bombonera y luego otros tres rivales directos como Banfield, Patronato y Gimnasia. Serán vitales los puntos que pueda conseguir el rojinegro en esos encuentros para empezar a sentir una verdadera tranquilidad a fin de año y encarar el 2020 con una mueca más cercana a una sonrisa.