Edgardo Bauza dejó de ser esta noche oficialmente el entrenador de la Selección argentina tras llegar a un acuerdo de palabra con la AFA, luego de una reunión que mantuvo su representante con el presidente de la entidad, Claudio «Chiqui» Tapia.

El propio presidente de la AFA indicó en la puerta de la sede en la calle Viamonte que se llegó a un «acuerdo de palabra» para que Bauza deje el cargo que ostentaba hasta la fecha.

El ciclo de Bauza, que comenzó el 1 de septiembre del 2016 con el triunfo 1-0 ante Uruguay en Mendoza por la 7ª fecha de Eliminatorias, resultó un punto alto. Y no sólo por el triunfo ante un rival de peso en busca de la clasificación al Mundial Rusia 2018, sino también por el regreso del astro Lionel Messi.

La llegada del ‘Patón’, en lugar del renunciante Gerardo Martino, se produjo en un momento caliente desde lo institucional, económico y deportivo en AFA, y con otro dimitente como Messi, quien dijo «basta» tras varios intentos, en otra final perdida en Copa América, luego de la derrota por penales en Estados Unidos ante Chile.

Bauza, aquel que ganó la compulsa ante Ramón Díaz y Miguel Ángel Russo, viajó a Barcelona, se entrevistó con Messi y días después de la charla, el número diez se retractó y volvió al seleccionado.

El éxito ante Uruguay, sin brillo en el juego, le dio apoyo a Bauza, quien desde el primero al último día otorgó numerosas notas a los medios de comunicación, y a un plantel golpeado en lo anímico.

Sin embargo, los resultados adversos se sucedieron en cadena. Los empates 2-2 como visitante ante Venezuela y Perú; la sorpresiva derrota como local ante Paraguay en Córdoba por 1 a 0, y la paliza que le proporcionó Brasil en Belo Horizonte por 3 a 0 pusieron a Bauza en la cuerda floja.

La goleada 3-0 ante Colombia, el 15 de noviembre de 2016, con un Messi brillante y con voz de mando, proporcionaron una bocanada de oxígeno a Bauza en la noche donde el plantel decidió no hablar más con la prensa a raíz de un supuesto «ataque mediático» al delantero Ezequiel Lavezzi.

El éxito ante Chile, que dejó momentáneamente a la Argentina en el tercer puesto de Eliminatorias, no convenció a nadie y la derrota en la altura de La Paz ante Bolivia depositó al equipo en zona de repechaje como en otras ocasiones. Ambos partidos, además, fueron alcanzados por la suspensión de oficio de FIFA a Messi, luego del triunfo ante los chilenos, que generó otra polémica más en el convulsionado mundo del seleccionado.

La asunción de Claudio Tapia como nuevo presidente de AFA cercó a Bauza, quien también quedó en el medio de la pulseada política entre Daniel Angelici y Marcelo Tinelli.

El DT citó a nuevos jugadores como Julio Buffarini (no jugó ni un minuto), Walter Acuña, Emmanuel Mas y Lucas Pratto y le quedó como cuenta pendiente el delantero Mauro Icardi, a quien prometió convocarlo «en cualquier momento».

A diferencia de entrenadores anteriores como Marcelo Bielsa, José Pekerman, Alfio Basile, Sergio Batista, Diego Maradona, Alejandro Sabella o Gerardo Martino, el ‘Patón’ tuvo un ciclo breve, muy corto, donde ni siquiera tuvo tiempo para darle un estilo al equipo y en sus últimos días sufrió un desgaste mediático reprochable por parte de las nuevas autoridades. Los únicos futbolistas que actuaron siempre con él fueron el arquero Sergio Romero y el atacante Angel Di María.

Sobre un total de ocho partidos, la Argentina de Bauza ganó tres, empató dos y perdió tres, con Messi como máximo goleador con tres conquistas, seguido de Pratto con dos.