La barrabrava de Newell’s desinfló y robó la lona de la manga para atacar a los jugadores de Central, según aseguró este lunes a Télam el coordinador de Seguridad en Espectáculos Deportivos, Diego Maio.

Esto ocurrió luego del tercer gol de Germán Herrera que definió el clásico rosarino por 3-1 en favor de los canallas. “Si no estaba la policía, hubiera sido un desastre”, consideró el funcionario provincial sobre el intento de la barra por ingresar al campo de juego para agredir a los rivales.

Asimismo, Maio destacó que los uniformados actuaron según el protocolo “en el tiempo y la medida justa” y sostuvo que si se cometió un exceso, será la Justicia la que deba tomar cartas en el asunto.

De acuerdo a la reconstrucción del coordinador de Seguridad Deportiva, concluido el partido, un minuto antes de lo estipulado por los proyectiles que arrojaban desde las plateas y la popular del Hipódromo, el momento de mayor tensión se registró en parte baja de esa tribuna.

«Un grupo de personas se robó la manga -explicó Maio- y agredió al personal de club que intentó recuperarla e inflarla para permitir la salida de los jugadores. Les pegaban detrás de las rejas con los palos de las banderas».

«Luego dos hombres de la barrabrava invadieron el campo de juego por la puerta 2. Los empleados contuvieron la situación todo lo que pudieron, pero para cuando llegaron los agentes había unas 200 personas que intentaban ingresar al campo de juego”, informó el funcionario.

“Si no estaba la policía hubiera sido un desastre, no se me ocurre otra palabra –enfatizó–. Hablaríamos de consecuencias mucho mayores. Tenemos tres o cuatro mil personas enojadas con un objetivo común y no hay policía que alcance”, abundó el funcionario.

La secuencia quedó registrada en las cámaras de videovigilancia del club y de las seis que dispuso el Ministerio de Seguridad. Ahora se trabaja para identificar a los agresores. “Pasarán a formar parte de las personas que no tienen por qué ir a ver un partido», terminó Maio.