Una de las primeras cosas que hacen los jugadores de fútbol al reunir dinero, es ayudar a sus familias. Y Néstor Ortigoza, mediocampista que se encuentra en plena temporada con Rosario Central, no es la excepción.

Pero una curiosa estrategia del futbolista se halla detrás de esta historia, ya que no le fue sencillo convencer a su madre que se mudara de su viejo barrio. «A ella nunca se lo conté, me va a matar», confesó en diálogo con Página 12.

Todo ocurrió en el 2008, cuando el entonces volante de Argentinos Juniors reunió el dinero: «Cuando les compré la casa a mis viejos me saqué una mochila de encima; junté la plata peso por peso y se las regalé, pero tuve que hacer una jugada para sacarla del barrio».

«Ella no quería irse, tenía todo cerca. No nos íbamos tan lejos, pero era para tener cloacas y gas en red. Y ella me decía que no se iba. Esto que voy a contar no lo sabe y me va a matar cuando se entere», relató.

Ortigoza comentó que «yo tenía un auto, un Bora, y varios amigos en el barrio con los que me llevaba bien, por lo que me hice robar una rueda. Me dejaron con unos tacos justo en la puerta de la casa de mi vieja».

«Ahí fui y le dije: mamá, te tenés que ir de acá, mirá cómo me robaron la rueda, un día me va a pasar algo. La convencí. Después los pibes me trajeron la rueda de vuelta, ja. Me va a matar. Era mentira», dijo el mediocampista.

El flamante refuerzo canalla expresó: «No quería comprar una casa cualquiera, sino que la eligiera ella, pero no me decía nada. Un día íbamos en el auto y pasamos por una casa y dije: en esta casa tendrías que vivir vos, mirá qué linda que es. Me aguanté hasta que estuvo terminada».