POR SANTIAGO FRAGA

Una de las grandes falencias de este equipo de Mauricio Larriera fue no hacerse fuerte de local en ningún momento del campeonato. Tanto en partidos de menor porte como en los importantes, la ‘Lepra’ hizo agua ante su gente y esos puntos perdidos son los que hoy le pueden costar la clasificación en la Copa de la Liga.

Este sábado, el rojinegro perdió 3 a 1 ante Boca y se condenó a depender de otros resultados y a ganar o ganar en la última fecha para conseguir el pase a la siguiente ronda.

Tanto por estar limitado por el plantel, como por algún intento de no meterse atrás y hacer valer la localía, Newell’s salió a la cancha con un esquema netamente ofensivo, supliendo la baja de una figura principalmente defensiva como Rodrigo Fernández con la incorporación en el doble cinco de alguien más de juego como Éver Banega, para sostener así también en el once a otro creativo como Esteban Fernández.

Algo que pudo haber sido efectivo en otros encuentros contra rivales menores y defensivos como Platense, frente a Boca resultó ser una bomba de tiempo.

Y es que al visitante, con la calidad de jugadores como Alan Medina, le costó poco ganar el mediocampo, y encontró por esa vía una forma rápida y efectiva de dejar mal parada a la defensa leprosa una y otra vez.

Larriera detectó esta misma inconsistencia y por eso en el entretiempo decidió poner a lo más cercano a un volante de marca que tenía como alternativa (Jerónimo Cacciabue), sacando a E. Fernández y devolviendo a Banega a la zona del 10.

En los primeros 45′, si bien la ‘Lepra’ no sufrió «un baile», sí fue claramente superada, siendo más los contratiempos que tuvo abajo que las chances que pudo generar arriba, donde en ningún momento pudo rematar al arco.

Además del desbalance antes mencionado, otro motivo de esto fue que el planteo de Newell’s dependía mucho de que las individualidades estuvieran finas, algo que en ningún momento sucedió.

Mientras que Armando Méndez no pudo proyectarse con claridad en ningún momento por estar preocupado por lo que pasaba a sus espaldas, Ángelo Martino y Francisco González estuvieron imprecisos y a Misael Jaime esta vez lo superó el desafío.

Siendo Banega el más claro, pero auto-opacado por los metros de atraso en la cancha, Esteban Fernández tuvo algunos buenos movimientos pero no pudo encontrar su ubicación en todo el primer tiempo.

Para la segunda parte, con las piezas acomodadas y con un Boca más relajado por el 1-0 anotado por Medina, durante los primeros minutos contó con varias llegadas y el manejo de la pelota, aunque seguía sin poder incomodar a Leandrl Brey.

Sin embargo, rápidamente volvió a pagar caro otro aspecto que también sufrió en el primer tiempo que fueron los constantes errores involuntarios en la salida, y un mal pase de Ian Glavinovich a Cacciabue terminó resultando en el segundo gol ‘xeneize’ por intermedio de Luca Langoni.

A pesar de que aún quedaran 40 minutos por delante, el tanto terminó siendo definitorio para el encuentro: Boca usó su superioridad en el mediocampo para armar un cerrojo y, sumado a la presión alta intensa, terminaron por cercenar cualquier vía ofensiva que la ‘Lepra’ pudiese buscar.

Con el último resto de valor, la ‘Lepra’ llegó a descontar por intermedio de una buena definición de Julián Fernández tras un tiro libre a los 42′ de la segunda parte, y si bien hizo ilusionar a su hinchada con un milagro, rápidamente cualquier idea de empate se esfumaría por el 3-1 de Kevin Zenón, tras agarrar a la defensa mal parada.

Pésimo resultado para un Newell’s que no solamente fue superado en la tabla por Boca (a quien le lleva un partido), sino que aún puede ser superado por Defensa y Justicia y alcanzado por Racing y Estudiantes (que también tiene un partido menos).

A la espera de esos resultados, la ‘Lepra’ ya no depende de sí mismo y deberá estar con la calculadora en la mano hasta último momento para pensar en la clasificación.