Y llegó el día, la Lepra volvió a ganar de visitante y fue después de 15 partidos. Allá a lo lejos quedó el partido frente a River, en noviembre de 2017, y lo logró con una victoria justa y convincente, porque en todo momento fue más que su rival.

La dupla Figueroa-Formica le dio resultados al team de Bidoglio, que lució ordenado de mitad para atrás y tuvo un gran volumen de juego. Los tucumanos se fueron complicando con el correr de los minutos, la expulsión de Moreira fue determinante para el trámite del juego, porque la Lepra se agigantó en La Ciudadela.

Si bien el Polaco Fydriszewski perdió unas cuantas situaciones de peligro, pagó con creces su presencia en la cancha, anotando por duplicado y llevando preocupación constante al área rival.

En el interinato de Bidoglio, el Rojinegro ganó los dos partidos con claridad, imponiendo un estilo de juego, buscando el arco rival pero exhibiendo una solidez defensiva respetable, de mitad de cancha hacia atrás, sin dejar tan expuestos a los centrales, a partir del buen trabajo del juvenil doble cinco.

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La semana que viene se definirá un nuevo DT (Cocca o Domínguez) y la comisión directiva no tendrá que dejar afuera a Héctor Bidoglio, que con su trabajo le devolvió la esperanza al hincha Rojinegro, que venía golpeado con los magros resultados de la gestión De Felippe.

Los entrenadores de la casa demostraron que con una idea de juego clara, combinada con los pibes y hombres de experiencia, generan buenos resultados.