La Liga española de fútbol repartió entre sus clubes el protocolo que prevé realizar antes del retorno de la actividad tras la pandemia del coronavirus, con un mes como mínimo entre el inicio de los entrenamientos y el regreso de la competencia, para que los jugadores puedan reacondicionarse físicamente.

El manual, según reportó el diario «Sport» de Barcelona, consta de 23 páginas y detalla las cuatro fases, en el lapso de un mes, que deberán cumplir las instituciones para volver a jugar: previa de preparación a las prácticas, entrenamiento en solitario, por grupos y finalmente trabajos colectivos.

El protocolo establece tres pruebas para Covid-19 como mínimo para todas las personas que formen parte de la concentración: la primera será dos días antes de empezar los entrenamientos en solitario y donde se le hará un test PCR y un test serológico, para los que La Liga contratará un laboratorio de reputado prestigio.

La segunda de las pruebas serológicas, que será de control, deberá realizarse antes de iniciar los entrenamientos en grupo y la tercera justo antes de la vuelta a la competición.

Según el manual, aquellas personas que den positivo «deberán seguir el protocolo de actuación marcado por las autoridades sanitarias».

Es decir quedará aislado del grupo y se realizará la prueba del Covid-19 a todo el grupo de entrenamiento o persona que tenga contacto con él.

Toda la actividad deberá llevarse a cabo en unas instalaciones identificadas, de uso exclusivo para el cuerpo técnico, de uso exclusivo; desinfectadas según las autoridades sanitarias y ventiladas como minimo una vez al día.

Además, éste sábado, el Gobierno español, a través del Consejo Superior de Deporte (CSD), anunció un principio de acuerdo con las autoridades de La Liga y la Federación de Fútbol (RFEF) para «diseñar el futuro» de ese deporte luego de la pandemia de coronavirus.

Se trató de una reunión «abierta y honesta» de ocho horas en el Palacio de Viana de Madrid, y según ha dado a conocer el propio CSD, fueron Irene Lozano, Secretaria de Estado para el Deporte y los dos presidentes de la RFEF y la Liga, Luis Rubiales y Javier Tebas, que habían mostrado sus discrepancias en las últimas semanas.

Según la nota oficial del CSD, las partes ha alcanzado un acuerdo de principio, que recoge los aspectos más importantes que afectan al fútbol español en el contexto de la crisis sanitaria.

Muchas fueron las discrepancias surgidas entre ambas partes, la última en relación a los puestos europeos y la decisión adoptada por la Comisión Delegada de la RFEF, pero también incluyen la fecha de la actividad, los horarios de verano cuando haya que jugar tanto en junio, julio y agosto, e incluso los protocolos de actuación.

El Gobierno español también agradeció la «generosidad» de las principales autoridades del fútbol español y la «voluntad» para diseñar el futuro de la actividad después de la pandemia de coronavirus.