La Superfinal de la Copa Libertadores entre River y Boca, que será la revancha del empate 2-2 en la ida, se adelantó una hora «por razones de seguridad», motivo por el cual se disputará desde las 16 en el estadio Monumental de Núñez.

Así lo decidieron Gerardo Milman, secretario de Seguridad de la Nación; el subsecretario de Seguridad porteño, Juan Pablo Sassano; su par a nivel nacional, Darío Oroquieta; el director de Espectáculos Deportivos, Guillermo Madero, y funcionarios de la Policía de la Ciudad.

Una vez concretado el acuerdo se dio traslado a los directivos de Utedyc, el gremio que nuclea a quienes se encargan de los controles en los accesos al estadio, cuya apertura tendrá lugar a las 12, cuando se autorizará el ingreso de los simpatizantes millonarios.

Para llegar a este cambio de horario se tuvo en cuenta el hecho de que el partido no termine de noche, para facilitar la salida de la gente de la cancha y los posteriores festejos, ya sean de River o de Boca.

Hay que tener en cuenta que en caso de que el empate persista a lo largo de los noventa minutos, el reglamento de la Conmebol estipula que se juegue un alargue de media hora, y de continuar la paridad, todo se definirá mediante la ejecución de tiros penales.

La decisión también fue consultada con los directivos de Futbolistas Argentinos Agremiados, ya que durante noviembre quedó establecido que en el fútbol argentino ningún partido puede iniciarse antes de las 17 por la amplitud térmica usual en esta época del año, pero desde el sindicato de futbolistas dieron su aprobación para que el cotejo se juegue antes, teniendo en cuenta que está fuera de la órbita de la AFA.

Los últimos en ceder fueron los dirigentes de Conmebol, ya que al tener la televisación del encuentro a todo el mundo y especialmente a Europa, la diferencia horaria a esta altura del año es menor (con Inglaterra apenas tres horas y con otros países como Italia, España o Alemania de cuatro) y lo ideal para esas latitudes es que la emisión les llegue en horarios centrales de las 20 o 21 y no antes, algo establecido también por contrato.

La primera final se iba a disputar el sábado 10 a las 17 pero se postergó para el día siguiente por las precipitaciones que anegaron el campo de juego de la Bombonera ese día. El domingo empataron 2 a 2 y la definición quedó totalmente abierta para la revancha.