El regreso oficial a las canchas del defensor Javier Pinola es una de las noticias más gratas de este año para Central. Incluso podría ser considerado como el mejor refuerzo, si es que vuelve con el nivel que venía demostrando en la zaga canalla.

La defensa era sin dudas el punto más flojo del último Central, que no podía encontrar solidez en el fondo y eso le costó varias derrotas. Muchos jugadores pasaron por el puesto, sin poder encontrar la dupla mejor asentada para la tarea de resguardar el arco propio.

Vale recordar que Pinola sufrió una fractura cerrada de tibia en mayo del año pasado, contra Atlético Nacional de Medellín, de Colombia, por los cuartos de final de la Copa Libertadores; luego padeció una fisura, durante la rehabilitación, pero volvió a jugar el amistoso contra Vélez tras ocho meses.

Todo indica que el jugador regresará a la formación titular en la reanudación del campeonato de Primera División, donde formará zaga con la flamante incorporación, el paraguayo José Luis Leguizamón.

Si la cosa funciona como se imagina desde los papeles, el Central del Montero tendría un plus adicional. La solidez en el fondo serviría como catapulta para enfocarse más en el arco de enfrente. Dos delanteros de lujo tendrán que ser asistidos por el mediocampo, aunque no se sabe quién llevará adelante esa tarea: ¿Colman? ¿Carrizo? ¿Martínez?

La realidad es que el problema de Central dejaría de ser el fondo y se trasladaría más adelante, a la creación de juego. Algo que por lo menos no le hará perder gran cantidad de partidos como en el último tiempo, pero que será un desafío a resolver por parte del entrenador uruguayo.