Por Fabrizio Turturici

La nueva edición del clásico rosarino que protagonizarán Central y Newell’s este domingo en el Gigante de Arroyito, asoma como uno de los más parejos de los últimos tiempos, no sólo por el presente que comparten en la zona baja, sino por los últimos rendimientos y resultados que fueron positivos en cuanto a la lucha por la permanencia.

Por eso este nuevo enfrentamiento será fundamental por dos motivos: porque se presenta como uno de esos partidos «por seis puntos» y porque servirá de inyección o de bajón anímico para lo que viene, en una Superliga donde comenzaron con el pie derecho pero tienen la obligación de mantener el nivel a lo largo de las fechas.

Por el lado del Canalla, por ejemplo, tuvo la posibilidad de sumar puntos en todos sus encuentros de este campeonato, pero aún así no logra salir de la zona del descenso, algo que hará si se impone en su próximo compromiso, una necesidad imperiosa debido a que viene de empatar contra dos rivales directos como Patronato y Colón.

Los leprosos, en tanto, mostraron una solidez apabullante en condición de local, que le permitió sumar nueve puntos consecutivos, pero cayeron por goleada en su última visita a Vélez, por lo que deberán comenzar a revertir esta mala racha fuera de casa, que viene arrastrándose desde técnicos anteriores, para lograr regularidad en el torneo.

En cuanto a antecedentes recientes, Newell’s llega con mejor ánimo luego de aplastar a Huracán en el Coloso, mientras que Central quiere volver a la victoria luego de tres cotejos seguidos sin conocerla. Además, está mejor posicionado en la tabla de posiciones y de los promedios, con misma cantidad de puntos pero fuera del descenso con un juego menos.

A la hora de realizar un análisis previo, el conjunto de Frank Kudelka tiene mayor jerarquía individual ya con la sola presencia de Maxi Rodríguez, mientras que también viene demostrando un buen nivel desde lo colectivo, con un aceitado sistema de presión sobre sus rivales y de retroceso ordenado que le permite quedar bien parado.

Julián Fernández es el mediocampista que cumple la función de tapón, teniendo a su lado a dos jugadores dinámicos para el ida y vuelta como lo son Jerónimo Cacciabue y Denis Rodríguez, sumando a la Fiera a esa línea del medio en caso de que sea necesario, por lo que el esquema en transición pasaría del actual 4-3-3 al tradicional 4-4-2.

Ese mismo punto es el que tienen que corregir los dirigidos por Diego Cocca, ya que el equipo queda demasiado largo por el espacio entre la defensa y el mediocampo, porque Fabián Rinaudo sale a cortar lejos dejando su espalda al descubierto. Cuando los relevos no funcionan y los zagueros no achican, la zona queda libre para ser aprovechada por el rival.

Así, la llave del gol para Newell’s puede estar en los remates desde la medialuna del área, recordando que San Lorenzo le pateó no menos de siete veces con Fernando Belluschi, Patronato le convirtió en la única que tuvo y Colón lo mismo y con gran libertad. Además de la pulseada entre Maxi y el inexperto Nahuel Molina y el poderío en pelota parada con Cristian Lema, aunque perdió por lesión a su lanzador Mauro Formica.

Central viene demostrando una buena producción ofensiva y sabe golpear en los momentos justos, por lo que espera contar con Lucas Gamba para no modificar el estilo de juego que hacía con Lovera. El ingreso del uruguayo Sebastián Ribas, aunque le daría mejor juego aéreo tanto en ataque como en defensa, obligaría a modificar los planes, aprovechando los desbordes y centros de los volantes externos Ciro Rius y Diego Zabala.

Al elenco local no le conviene jugar al golpe por golpe, ya que queda muy desprotegido a la hora de regresar, por lo que el mejor escenario sería sacarle el balón al rival, monopolizarlo e ir trabajándolo poco a poco hasta llegar al gol, algo similar a lo que ya hizo en su estadio contra Talleres. Para eso será fundamental el buen trato de los volantes y la precisión de Leonardo Gil.

Mucho de lo que pueda pasar dependerá de las estrategias iniciales de los técnicos: si Newell’s resigna la presión para replegarse cuidando el empate, algo que hizo sin resultados en Liniers, se le puede complicar ante un Central protagonista; si le juega de igual a igual, puede sacar provecho de la diferencia en cuanto a jerarquía individual.

El Canalla tiene un historial reciente que le es favorable y quiere seguir transitando esa senda triunfal, aunque el único jugador surgido de la cantera propia que tendrá esta vez en cancha sea el arquero y capitán Jeremías Ledesma. Sin embargo, la Lepra sabe que comenzar a torcer una historia negativa de varios años es una necesidad, y mucho más en un clásico jaqueado por los promedios que será crucial de cara a futuro.