Por Pablo Martínez

Los campeonatos organizados por la Asociación del Fútbol Argentino, comienzan a definirse en los dos extremos de la tabla, tanto para obtener el título como así también para evitar el descenso de categoría. Y sin dudas, en el ojo de la tormenta siempre aparece la figura del árbitro, donde siempre hay un manto de sospecha.

Para dialogar sobre el tema, Conclusión entrevistó al juez rosarino Gustavo Lechner, quien integra el plantel de árbitros de la AFA.

Sobre el nivel exhibido de los hombres de negro durante la temporada afirmó: «El nivel del arbitraje en líneas generales, fue bueno, salvo algunas excepciones, teniendo en cuenta la cantidad de partidos que se disputan por fin de semana». Y agregó: «De ahí habrá que buscar los errores del árbitro, que son aquellos que determinan un resultado, repito que el nivel fue bueno, más allá de algunos partidos puntuales, como el Boca y Argentinos Juniors, donde Tevez debió ser expulsado y el referí no lo vio, por algún motivo no lo habrá visto».

«Muchas veces hay errores que son involuntarios, como lo tiene cualquier futbolista, fijate que con los errores fueron favorecidos varios equipos, no solamente uno, como aquí pasó con Central, en algunas oportunidades, donde aquel partido con Tigre el juez Ceballos pudo haber suspendido el cotejo y sin embargo lo siguió jugando, cuando reglamentariamente lo pudo haber suspendido, por eso no se puede decir que por errores arbitrales, salió campeón tal equipo», señaló el árbitro.

Cuando se le preguntó sobre la formación de los árbitros argentinos, Lechner señaló: «Hoy por hoy, los árbitros empiezan más jóvenes que antes, porque desde Fifa se pide que los jueces transiten por todas las categorías, para que se puedan foguear mejor». Y abundó: «Además, tienen muchas herramientas, para interiorizarse de las reglas vía interntet».

Sobre las presiones que sufren los jueces cada vez que hay partidos definitorios, Gustavo Lechner contó sus vivencias sobre el tema: «Los árbitros siempre salimos a la cancha con la misión de cometer la menor cantidad de errores posibles, porque intentamos prepararnos con nuestros compañeros de la terna, con una charla previa; el árbitro lo que menos quiere es que sea criticado, siempre intenta achicar el margen de error cuando vienen los cotejos definitorios».

Para finalizar, el referí rosarino habló de un tema recurrente cada vez que finaliza un campeonato: las incentivaciones, los sobornos y el intento de algunos dirigentes en influir sobre los hombres de negro. «Yo hace 20 años que estoy en AFA, dirigí todos los campeonatos y nunca recibí en mi vida ningún llamado, nunca me visitaron, ni me mandaron un mensaje subliminal y si me hubiera pasado, lo hubiera denunciado». Y agregó: «Lo único que me pasó, fue un problema con un presidente de un club, que fue a pedirme explicaciones al vestuario y yo defendí mi postura y el dirigente, me trató de ladrón y corrupto, pero bueno, el tiempo acomodó las cosas, esa persona hoy no puede caminar por las calles de su Santa Fe natal».

En cuanto a la nueva camada de jueces rosarinos, Lechner señaló: «Va a ser difícil igualar la época donde surgieron árbitros internacionales, como Sergio Pezzotta, Saúl Laverni o ahora Pablo Díaz. Pero hay árbitros que están muy bien vistos, todos afiliados al Sadra, como Nahuel Viñas, Nazareno Arasa, Gonzalo Ferrari o como asistentes David Luzzi, Matías Bianchi, Gonzalo Pedro y Martín Grasso. En Rosario siempre hay nuevos valores, condiciones tienen y el tiempo dirá para que están».