Por José Odisio

En Newell’s no hay plata, eso no es novedad. Y el panorama no pinta para mejorar en el corto plazo. Por eso la dirigencia apuntó a no renovar contratos altos que vencen en junio y por más que al propio Eduardo Bermúdez le parezca riesgoso, habrá que apostar a la presencia de juveniles para completar el equipo.

El equipo de Osella cumplió largamente con engrosar el promedio. Y el ingreso a la Libertadores es una yapa que sirve deportiva y económicamente. Pero se viene una segunda parte de año donde se buscará seguir sumando, pero con menos refuerzos costosos y más pibes adentro de la cancha.

Oasella ya no está. Y el DT que venga (Chocho Llop) ya sabe que podrá traer los refuerzos justos y necesarios. Con poco margen de plata, habrá que apuntar a poco y bueno. Y después arreglarse con lo que hay (o lo que quede). Maxi, Pocrnjic, Moirgahi y tal vez Nacho Scocco van a ser los referentes que buscarán apuntalar a Escobar, Valenzuela, Lisandro Martínez, Elías, Braian Rivero, Fertoli, Tissera y algunos más. Y en este corto, pero importante interinato de Juan Pablo Vojvoda ya hay un claro mensaje hacia adentro y afuera. Contra Central Norte estarán en cancha al menos 5 juveniles, algo que con Osella era impensado. Y no habría que sorprenderse si esa postura continúa en los tres partidos finales del torneo, aunque por necesidad de puntos tal vez el DT ponga en cancha a Quignon, San Román, Formiliano, Mansilla, Amoroso y algún otro, más allá de que en junio arme la valija..

Lo cierto es que Newell’s no tiene margen de maniobra. El juez Bellizia sigue apretando, las pocas ventas que se pueden hacer no dejarán mucho dinero en las arcas, y las deudas aumentan día a día. Y para salir de esta situación hay que potenciar a los pibes, hacer un equipo más «vendible» de cara al futuro. Es la única solución a una crisis que ya dejó heridos y cicatrices y amenaza con más. Y al parecer, los pibes son la solución.