Por Néstor Giuria

En la ciudad estadounidense de Inglewood, California, el argentino Lucas Martín «La Máquina» Matthysse (38.4.0 con 35 kos.) y el invicto tailandés Tewa Kiram (38.0.0 con 35 kos.), combatirán por el título de la categoría welter de la Asociación (AM).

Cuando el chubutense Mathysse escuchó desorientado sobre la lona la cuenta final de diez segundos que sentenciaba su derrota por nocaut, ante el ucraniano Viktor Postol el 13 de octubre de 2015, su carrera pereció tocar el punto final.

Atrás quedaban sus épicas peleas a puro coraje y temperamento. Su lucha ante Danny García cuando resignó el título interino superliviano CMB en el 2013 con el pómulo fracturado y casi sin visión. Su victoria de corazón de leòn ante Ruslan Provodnicov. Todo quedó atrás. Varias años de silencio, hasta que diecinueve meses después reapareció con un espectacular nocaut en Las Vegas ante Emmanuel Taylor.

Sábado 27 de enero, con 35 años de edad y en una división superior: welter ( 66,678), intentará el sueño mundialista incumplido. Favorecido por una seria lesión del campeón absoluto, Keith Thurman, fue elegido para cubrir esa vacante y chocar con el tailandés Kiram, número uno del ránking.

Tewa Kiram, 25 años, invicto con 38 victorias al hilo y 28 nocauts, será su rival. Nunca salió a combatir profesionalmente de Tailandia y en su historial no se observan adversarios de jerarquía relevante. Sólo llama la atención su victoria por puntos ante Kaizer Mabuza.

¿Cómo está Matthysse? Promocionado una vez más por Oscar de la Hoya Producciones, realizó una exigente concentración en Los Angeles, junto al técnico norteamericano Joel Diaz. Es uno de las más sólidos y firmes noqueadores del siglo XXI. Esa es su base de sustentación más importante para este compromiso.

Kiram sin experiencia internacional, también se aferra al poder de sus manos. Tiene puños picantes y quiere hacer historia en el universo del boxeo.

Sin dudas entre fantasmas y pasajes del pasado, Lucas Matthysse subirá al ring del Forum, pocurando combinar mente clara y una estrategia exitosa, que permita colocarlo en el privilegiado podio de los campeones mundiales.