El vicepresidente primero de Rosario Central, Luciano Cefaratti, que anoche sorprendió en la AFA con su pedido de controlar personalmente las bolillas del sorteo del árbitro del partido contra Boca por los cuartos de final de la Copa Argentina, explicó que se trató «de un simbolismo» porque no quieren «otro robo histórico» como el que sufrieron en 2015 en la final ante el mismo equipo.

«Lo de querer tocar las bolillas antes del sorteo fue un simbolismo, un discurso de fondo, porque no queremos otro robo histórico como el que sufrió Central el año pasado», expresó Cefaratti a Télam en referencia a la definición de la Copa Argentina 2015 en la que Boca ganó 2-0.

Central padeció un pésimo arbitraje de Diego Ceballos pues sancionó un penal fuera del área por una supuesta falta de Paulo Ferrari a Gino Peruzzi, así como por la anulación de un gol de cabeza de Marco Ruben por una inexistente posición adelantada de Marcelo Larrondo, sancionada por el juez del línea Marcelo Aumente. Además, el segundo gol de Andŕes Chávez fue en offside.

«Central había sufrido un arbitraje tendencioso en la final del Nacional de 1970, cuando no había televisión (en un partido que terminó con unos tres mil hinchas de Boca en la pista olímpica del estadio de River, en el borde de la cancha) y ahora se repitió en 2015, con toda la tecnología disponible», enfatizó.

«Sentimos que muchas veces hay arbitrajes y procedimientos que son tendenciosos, no decimos que siempre en el fútbol argentino, si no estaríamos en un problema mucho más grave, pero sí con cada equipo que le toca jugar contra Boca. No recuerdo antecedentes de una final en la que hayan favorecido al rival de Boca», abundó Cefaratti en diálogo con esta agencia.

«El que se quemó con Boca, ve un partido y llora», explicó anoche el dirigente «canalla» a los dirigentes de AFA que supervisaban el sorteo del árbitro.

Y al respecto aclaró: «Nos pareció oportuno estar en el lugar del sorteo y controlar las bolillas, más allá de que no sabíamos que estaban grabando. El año pasado Central sufrió un robo histórico, en 1970 pasó lo mismo y no nos va a pasar lo mismo simplemente por tener un discurso políticamente correcto. Defendemos a Central, defendemos a nuestra gente y no queremos más sorpresas».

«Tenemos la hipocresía de algunos medios que juzgan las acciones según quién las haga, por eso la gente no les cree, pero el 80 por ciento de los clubes piensan lo mismo. Siempre se beneficia a los mismos: no recuerdo una final en la que hayan beneficiado al rival de Boca. Yo no culpo a los jugadores ni a los dirigentes de Boca porque el año pasado sentían que tenían los recursos y las herramientas para ganarnos, pero algunos medios nos ponen a las víctimas en el lugar de victimarios, y no es así», fustigó el vicepresidente.

«Tenemos por (el árbitro designado) Patricio Loustau el mayor de los respetos, es uno de los mejores árbitros de la Argentina y está muy lejos del arbitraje que nos perjudicó el año pasado», concluyó Cefaratti.