El delantero rosarino, Luciano Pons, está viviendo un presente futbolístico ideal. Después de una gran temporada en San Miguel, Lucho fue transferido a Atlanta y jugará en la Primera B Metro en el 2016.
Pons dialogó con Conclusión, sobre su crecimiento en el complicado fútbol de ascenso, donde parece no tener techo todavía.
En primer término, el bambi hizo un balance de su perfomance en el equipo bonaerense: “El balance fue muy bueno, teníamos dos objetivos: el más importante era dejar a San Miguel en la C y lo logramos, el segundo era llegar al reducido, no llegamos por 3 puntos, pero sabemos que hicimos una campaña muy buena”
El goleador, se refirió a la importancia que tuvo su paso por el trueno de Los Polvorines: “La verdad que fue un paso muy importante en mi carrera club donde salí goleador en el torneo del ascenso y el primer torneo en la primera C un año inolvidable”.
Luciano Pons, tuvo su reconocimiento al ser ternado a los premios Alumni 2015: “Me puso muy feliz, muy contento por saber que iba a estar rodeado de grandes jugadores, técnicos y dirigentes, algo que jamás voy a olvidar”.
Al hablar de su traspaso al bohemio de Villa Crespo, afirmó: “Cerrar el año arreglando en Atlanta, es el broche de oro del 2015 y más aún festejarlo, junto a mi familia, mi novia y su familia, que son los q están conmigo en las buenas y en las malas”. Y agregó: “Creo que estoy por el buen camino y tengo que seguir así siempre, con humildad y sacrificio”.
El flamante atacante del elenco capitalino, disfruta de las vacaciones en Rosario y no deja pasar la oportunidad cada vez que puede, de reunirse en el polideportivo de Argentino con sus conocidos: “Cuando puedo me junto con ex compañeros y amigos que pasamos por el salaíto, tenemos una gran amistad junto al toro Cabral, Palma, Ema frabricio, pocho Martínez y Rivarola”.
Hablando del conjunto albo, Pons hizo un análisis del presente futbolístico del conjunto que dirige Vaquero: “En el equipo que terminó jugando, eran dos o tres los jugadores con experiencia y es difícil llegar al objetivo, cuando no tenés varios jugadores con experiencia”. Y añadió: “Y también es difícil para el jugador, levantarse a las 7 de la mañana a trabajar, salir a las 16 y a las 17 arrancar a entrenar, el jugador de fútbol tiene q vivir las 24 horas del fútbol”.
El futuro del goleador rosarino es incierto, su crecimiento futbolístico va en ascenso y Pons mira el horizonte con mucho optimismo: “Mi sueño es llegar a primera y como siempre dije jugar en el club de cual soy hincha, de Newell’s”.
Foto: gentileza Magia en una baldosa