Diego Maradona «será dado de alta entre mañana y pasado, porque está muy bien y con ganas de irse» de la Clínica Olivos donde se encuentra internado desde el martes pasado, cuando fue operado de un hematoma subdural y a partir del viernes fue tratado por un «cuadro de abstinencia», anunció esta noche su médico personal, Leopoldo Luque.

«Diego está muy bien y con ganas de irse. Por eso mañana evaluaremos darle el alta, posiblemente en la misma jornada o si no el miércoles, algo que resolveremos con los demás médicos de la clínica que lo atienden», manifestó Luque en apenas un minuto de charla con los periodistas apostados en la puerta de ese centro de salud.

«Después, el lugar en el que continuará su recuperación, será el que se acuerde con su familia, con la que existe una excelente comunicación desde el primer momento», puntualizó el médico personal de Maradona.

El astro futbolístico estaba viviendo en los últimos tiempos en una amplia vivienda del barrio privado Campos de Roca, en el partido del sur bonaerense de Coronel Brandsen, a instancias del club Gimnasia y Esgrima La Plata, para facilitarle su asistencia a los entrenamientos diarios del plantel superior del que es técnico en el predio que la entidad posee en la cercana localidad de Abasto.

Un caso positivo de coronavirus en su piso

Esta mañana se informó sobre un caso de coronavirus en el mismo piso en donde está internado Diego Armando Maradona, por lo que la clínica bonaerense obligó hoy a restringir sus visitas y aumentar los cuidados, mientras se recupera de la cirugía en la cabeza por un hematoma subdural que se le practicó la semana pasada.

La información encendió las alarmas en quienes tienen al cuidado la salud de Maradona, mientras se espera un parte médico oficial que no llega desde el viernes pasado.

Este lunes por la mañana, Leopoldo Luque, médico personal de Maradona, reconoció que el astro estaba «enojado» por el agónico empate que sufrió su equipo Gimnasia y Esgrima La Plata ante Vélez, por la segunda fecha de la Copa de la Liga Profesional.

«Hablé con él, está bien, estaba enojado porque le empataron a Gimnasia en una jugada tonta», reveló en ese momento y escuetamente Luque, a la guardia periodística que lo esperaba en la puerta de la clínica Olivos.

Más temprano, quien estuvo visitando a Maradona en la clínica fue su abogado Matías Morla, que se limitó a asegurar que sigue «muy bien».

Asimismo, poco antes de las 9, quien ingresó al centro asistencial del norte del conurbano bonaerense fue Dalma Maradona, una de las hijas del campeón del mundo de México 1986 con la Selección argentina.