Lionel Messi estará en las próximas horas en Rosario, donde pasará la Navidad junto a familiares y amigos, aprovechando así los cinco días de licencia que le otorgó Barcelona después de obtener el Mundial de Clubes ante River en Japón.

Después de marcarle un gol a los millonarios en la final y pedirle perdón por ello a sus hinchas, el rosarino debió soportar una agresión de un hincha riverplatense en el aeropuerto Narita, de Tokio, desde donde se embarcó rumbo a España, pero solamente para recoger a su familia y seguir viaje hacia la Argentina.

La «Pulga» quedó en el centro de la escena por su gol en la final, por los elogios de sus compañeros y por las secuelas de la agresión que sufrió al dejar Japón, algo que lamentaron desde el técnico riverplatense, Marcelo Gallardo, hasta la propia dirigencia del club de Núñez, que emitió un comunicado oficial en el que se «repudia cualquier tipo de violencia» y se le «ofrecen las disculpas correspondientes al futbolista y al FC Barcelona».

Lo acompañará su mujer Antonella Rocuzzo y sus hijos Thiago y Mateo.

El domingo 27 tendrá que estar de nuevo muy lejos de Argentina y también de España, en este caso en Dubai, donde participará de una entrega de premios Globe Soccer Awards, mientras que el 2 de enero ya estará jugando el clásico catalán contra el Espanyol.