Néstor «Che» García fue confirmado como el nuevo técnico de la selección argentina de básquet masculino, en reemplazo del histórico «Oveja» Sergio Hernández, en lo que aseguró que será «un sueño y a la vez una gran responsabilidad, la mayor de mi carrera».

El experimentado entrenador nacido hace 56 años en Bahía Blanca tiene una larga trayectoria en el básquet, donde dirigió a 30 equipos (21 diferentes) en nueve países distintos, pero ninguno como la Albiceleste: «Es increíble, me siento muy argentino y deseaba esta oportunidad».

A la hora de contar sus objetivos, García anticipó que «lo mío no será una conducción personalista; pasará por escuchar, componer, continuar y rodearme de los mejores. Empieza un nuevo ciclo respetando el legado, estoy con mucha ilusión de mantenernos en la elite mundial».

Desde San Juan de Puerto Rico, luego de finiquitar los detalles del contrato, el ‘Che’ expresó «admiración y respeto eterno hacia el Oveja, nos criamos en la misma ciudad y he visto cómo ha trascendido con sus logros y éticas de trabajo. Reemplazaré a uno de los grandes en este continente y a quien hay que estarle agradecido», repitió sobre Hernández.

«Me voy a rodear con mucha gente y de lo mejor que haya, porque se viene una época nueva para mí y hasta para quienes ya fueron participes de grandes cosas. Deberemos ajustarnos a ese cambio y buscar seguir creciendo», le dijo García a la página oficial de la CAB.

En la misma nota publicada en este sitio se detalla la trayectoria del ‘Che’ García, que comenzó dirigiendo en 1989 a los Gigantes de Carolina en Puerto Rico y con solo 25 años debutó en la Liga Nacional con Estudiantes de Bahía Blanca, de su ciudad natal.

A nivel local ganó el título con Peñarol de Mar del Plata en 1994 y el Súper 20 con San Lorenzo en 2019. También resultó campeón en otros clubes del exterior y de las quince finales de su carrera ganó 9, disputando 11 definiciones con misma cantidad de equipos distintos.

En selecciones se consagró en Venezuela porque entre 2013 y 2016 le inyectó disciplina, confianza e identidad de juego, lo que se reflejó en dos títulos sudamericanos (2014 venciendo en la final a Argentina y 2016 superando a Brasil) y un Preolímpico en 2015.

También dirigió con éxito a Uruguay (2003) y a República Dominicana, que lo clasificó al Mundial 2019 y logró el primer pasaje a la segunda fase. Con Argentina ya ganó: se llevó el Sudamericano 2012 y antes, como asistente de Julio Lamas, el Preolímpico de Mar del Plata.