Por Santiago A. Fraga

Dejando una pésima imagen por rendimiento colectivo, individual y falta de ideas contra un equipo que no había ganado en el campeonato, Newell’s Old Boys perdió este domingo por 1 a 0 frente a Estudiantes de La Plata y sumó su segunda derrota consecutiva, profundizando unos meses de rendimiento regular que empiezan a colmar la paciencia sobre el plantel y el cuerpo técnico.

Con una formación un tanto atípica en cuanto a nombres, Newell’s salió a la cancha para este partido de la sexta fecha de la Copa de la Liga en el Coloso con un 3-4-1-2, con una línea de 3 definida por Guillermo Ortíz, Víctor Velázquez y Leonel Vangioni, con Armando Méndez y Ramiro Sordo como carrileros, Juan Sforza y Marcos Portillo de doble cinco, Cristian Ferreira suelto como armador y Guillermo May y Jorge Recalde repartiéndose la doble punta.

Especialmente en el primer tramo del encuentro, la ‘Lepra’ sufrió quizás en demasía de los arrebatos individuales de los jugadores de Estudiantes (principalmente de Benjamín Rollheiser), mostrando debilidad en la zona media y a las espaldas de los carrileros.

En contraposición, logró poder ubicar un equipo mucho más cargado de jugadores a la hora de construir los ataques, aunque padeciendo también de a tramos la actuación de Cristian Ferreira, que si bien fue de los más participativos cometió muchos errores en la toma de decisiones.

Mismo problema tuvieron varios jugadores más, en algo que se evidenció con los constantes reproches entre compañeros por pases mal dados o mal elegidos.

Así y todo, Newell’s tuvo las chances más claras de la primera parte, con un cabezazo de May tras un buen centro de Méndez que contuvo Mariano Andújar, y un remate lejano de Ferreira tras una mala salida desde el fondo del ‘Pincha’.

Con el avance del partido, Estudiantes fue relajando el encuentro, abusando del recurso de hacer tiempo y mostrando un juego mucho más conservador que lo que se le acostumbra a ver.

Para la segunda mitad, en el entretiempo Gabriel Heinze dio entrada a Iván Gómez en lugar de Cristian Ferreira (que además de su rendimiento había sido amonestado), soltando más también a Portillo. No obstante, el joven volante también tuvo un partido decididamente malo y posteriormente debió salir por Guillermo Balzi.

En un momento plano del partido, con la ‘Lepra’ con algo más de llegadas pero sin demostrar una gran superioridad, llegaría el gol de Estudiantes en lo que fue también su primer tiro al arco.

En un tiro libre que parecía inocente, el también ingresado en el entretiempo José Sosa clavó al ángulo un formidable tiro libre, resolviéndole por completo el encuentro al equipo platense.

Sin haber terminado de asimilar el golpe, cinco minutos más tarde Newell’s terminaría por condicionarse del todo, a raíz de una innecesaria expulsión de Guillermo May por un pisotón a destiempo, que necesitó de revisión de VAR.

A partir de allí, los recursos constantes de Estudiantes para no jugar el partido y las grandes limitaciones de algunos jugadores leprosos terminaron por colmar la paciencia del público, que reprobó fuertemente a jugadores como Guillermo Ortíz y recordó en todo momento la obligación de ganar el clásico en la próxima fecha.

Con el equipo desnivelado por la expulsión y sin demasiadas ideas para revertir tácticamente la situación, Heinze agotó las variantes haciendo ingresar primero a Ángelo Martino por Leonel Vangioni (estableciendo una línea de 4) y luego mandando a Ignacio Schor de 9 por Jorge Recalde y a Lisandro Montenegro por Juan Sforza.

Haciendo honor a la frase «ni el tiro del final te va a salir», Newell’s pareció encontrar una inusitada alegría en el cuarto minuto de descuento del complemento, con Ortíz empujando una pelota en la línea y permitiéndole a Newell’s salvar un punto en su peor momento.

Sin embargo, una ligera revisión de VAR permitió ver que el defensor había metido la pelota con el brazo, por lo que el agónico empate fue finalmente anulado.

Si ya de por sí los clásicos tienen un significado especial dentro del calendario de cada semestre, el propio rendimiento de Newell’s en los últimos meses hace que el partido del próximo sábado en Arroyito cobre suma importancia pensando en la estabilidad del cuerpo técnico y la relación de DT y plantel con una hinchada a la que se le está colmando la paciencia por ver errores repetirse semana tras semana, fruto de graves errores previos a nivel dirigencial y de dirección deportiva en un muy flojo armado del equipo.