Por Santiago A. Fraga

Cumpliendo con una verdadera demostración de amor propio, Newell’s Old Boys consiguió este domingo un estupendo triunfo por 2 a 0 ante Gimnasia, alcanzando dos victorias al hilo en Liga y sumando algo de color a un presente general muy gris y complicado.

La desastrosa gestión del armado del plantel y la aún peor preparación física del equipo se profundiza partido a partido, con bajas que se cuentan de a pares y condicionando a cuerpo técnico y jugadores.

Para este fin de semana, Newell’s salió con 8 suplentes (4 menos de los disponibles reglamentariamente) y una lista de concentrados con tan solo tres mediocampistas, de los cuales uno encima se lesionaría en el calentamiento previo (Cristian Ferreira).

Ante esto, el interino Adrián Coria se decidió por poblar el ataque y dibujó un 4-4-2, con dos delanteros como Juan Garro y Brian Aguirre oficiando de volantes de banda y extremos y complementándose con Juan García como punta y Djorkaeff Reasco como segundo.

Si bien Gimnasia comenzó el partido con sus líneas avanzadas en la cancha, presionando alto, al notar que así dejaba peligrosos espacios para las contras con la velocidad de Brian Aguirre y Martín Luciano por izquierda decidió retrasarse. Newell’s hizo uso de ese tiempo extra ganado para el armado en campo propio en tratar de acelerar las subidas y poder llegar al área con igualdad numérica, algo que si bien le resultó difícil de conseguir, con eso obligó a que los de Néstor Gorosito tengan que meterse cada vez más atrás.

Garantizándose la Lepra la pelota, el rival solamente encontraba oportunidades con la calidad de Brahian Alemán y los avances de Matías Melluso, pero las sólidas actuaciones de Lautaro Morales, Víctor Velázquez y Tomás Jacob permitieron al rojinegro sentir seguridad y no perder la paciencia en ningún momento.

Eventualmente, la insistencia terminaría dando sus frutos, y tras un gol mal anulado al juvenil Marcelo Esponda (en otra actuación perjudicial de Fernando Espinoza, para variar), Newell’s encontraría el gol tras un centro de Juan Garro en un buen ataque que el defensor Omar Piris terminaría convirtiendo contra su propio arco.

Con el empuje del público y tras algunas salvadas importantes de Morales, los de Coria lograrían ampliar la ventaja con una jugada extraordinaria. Totalmente por sorpresa, a los 40 minutos el ecuatoriano Reasco recibió a 35 metros del arco una pelota que bajó Garro, y desde allí sacó un derechazo que se clavó con violencia en el ángulo del arco de Rodrigo Rey. Un verdadero golazo por parte de un delantero con potencial que esta temporada fue muy infravalorado, llegando incluso a ser el cuarto en la consideración de Javier Sanguinetti, sin nunca resignar su compromiso.

En el desarrollo del partido, a Gimnasia le costaría mucho reaccionar a esos golpes y, para colmo, cada vez que se acercó al arco leproso se encontró con un Morales cada vez más grande.

Luego de un período de insistente asedio visitante, Newell’s tuvo muchas chances claras para liquidarlo y concretar una goleada, pero terminó perdonando.

Si bien la Lepra cuenta con muchos antecedentes en donde esas situaciones se tradujeron en un eventual descuento del rival y la parte final del encuentro convertida en un sufrimiento, esta vez el rojinegro se manejó para no perder la serenidad en ningún momento, ganando así un partido con mucha altura y con un gran amor propio por parte de estos jugadores.

Como grandes puntos altos de Newell’s en el encuentro, en un partido donde hubo varios buenos rendimientos, se encuentran encabezando el podio sin dudas Lautaro Morales y Brian Aguirre.

Por un lado, el arquero fue determinante para responder a los más de 16 intentos que tuvo Gimnasia en el partido. Desde los muy complicados remates lejanos de Alemán, hasta dos salvadas mano a mano y numerosos centros cortados, su actuación fue un componente fundamental para la superioridad de Newell’s.

Por otra parte, Aguirre sigue haciendo justificar la expectativa que existía alrededor suyo y se consolida como uno de los juveniles más prometedores que actualmente tiene el club (junto a Sforza). Un jugador con el atrevimiento de ir a buscar al defensor y la velocidad y gambeta como para poder superarlo, pero también con una gran visión y mentalidad como para poder frenar, estudiar el panorama y recibir. Un tipo de extremo completo como de los que hace mucho tiempo no surgen en Bella Vista.

El integrante restante del podio sería Djorkaeff Reasco, que aparte de su descomunal golazo fue una pieza clave en el engranaje de la ofensiva, mostrándose activo y participativo y logrando también hacer jugar a sus compañeros.

Así también, resulta destacable la sólidez de Juan Sforza (se adueñó del mediocampo) y Esponda en el mediocampo y la firmeza de Jacob en el primer tiempo.

Párrafo aparte para el paraguayo Velázquez, capaz de calzarse el traje de caudillo ante las ausencias de Cristian Lema y Willer Ditta y siendo determinante, aún con la incomodidad de la máscara y teniendo que liderar una zaga de jugadores muy jóvenes.

Habiendo perdido uno de los grandes objetivos que quedaban en el semestre como la Copa Argentina, es menester para Newell’s sumar la mayor cantidad de puntos posibles en el torneo, y estos triunfos logran dar un mínimo de respiro a la urgencia de cuestiones a resolver, como la conducción técnica.