Por Santiago Fraga

Parecía imposible, pero por gran parte del encuentro Newell’s hizo parecer que no. Tras el 3 a 0 de Atlético Paranaense en territorio brasileño, que tranquilamente pudo haber sido más abultado, la Lepra se jugó todo en el partido de vuelta y terminó mereciendo un premio que estuvo demasiado cerca, pero al final no llegó.

El rojinegro argentino venció por 2 a 1 al de idénticos colores del país vecino, pero no le alcanzó para avanzar de ronda en la Copa Sudamericana.

La principal clave que tuvo el equipo de Omar De Felippe para mantener viva una llama de ilusión en los hinchas leprosos, fue la intensidad.

Durante el primer tiempo, Newell’s salió a comerse la cancha, empujado a su vez por un público al que la incesante lluvia impulsaba aún más motivación, y Paranaense se encontró avasallado. La presión alta de los locales, sin darle ni un centímetro al rival para la circulación de la pelota, logró rápidamente que los dirigidos por Diniz cayeran en el nerviosismo.

El primer tanto de Luís Leal, tras una gran asistencia de Héctor Fértoli, terminaría dejando a la Lepra con la sensación de que el equipo se podría haber ido incluso con un gol más en su cuenta, pero también con la esperanza de que el segundo tiempo traería más cosas.

Nuevamente el portugués, que se fue ovacionado y vitoreado como hace tiempo no se veía con un jugador que no sea de la cantera, sería quien a los 65’ ponga el 2 a 0 que dejaba a Newell’s al borde de forzar a los penales, en un momento donde Paranaense comenzaba a encontrar el juego.

La potencia del delantero, sumado a los encares de Fertoli y Víctor Figueroa, la seguridad de Facundo Nadalín y Leonel Ferroni a la hora de proyectarse, los cortes de ataque de Juan Sills y Hernán Bernardello y el orden defensivo de Fabricio Fontanini, eran la fórmula que los de De Felippe necesitaban para siquiera llegar a soñar con dar vuelta semejante resultado adverso de la ida.

Pocos minutos luego del gol, el propio Leal tendría una oportunidad de oro para de cabeza poner el ansiado 3 a 0, pero la pelota salió cerca del palo de Santos.

Lentamente el juego se fue apagando, Newell’s cesó con su intensidad y comenzó a distribuir más pensantemente la pelota, generando igualmente alguna que otra ocasión aislad. Sin embargo, si bien se sabía que con un gol el equipo argentino conseguiría el empate, también era clave que el rival no convierta, ya que un gol forzaría a que los de De Felippe tuvieran que convertir 5 para avanzar.

Ese gol, finalmente, llegó. Un gol que lejos de amargar a los rojinegros los hizo comenzar a valorar lo elaborado. Un plantel de jugadores que pasaron de tener que sumar puntos para engrosar el promedio a estar a un tanto de conseguir una histórica hazaña copera ante un equipo de Brasil.

Así como tras el encuentro en Curitiba uno destacó que Newell’s no había tenido mucho más para ofrecer con las herramientas que tenía, hoy ese mismo equipo (con las importantes presencias de Ibáñez, Bernardello y Leal) el doble, y ese esfuerzo es el que finalmente resultó premiado con el aplauso de la hinchada, que supo la importancia del rendimiento de los once dirigidos.

Un semestre que inició muy complicado terminó cerrándose de la mejor manera para la Lepra, que ahora deberá finalizar la Superliga con Gimnasia de La Plata y se despedirá de la competencia en Copa Argentina, ante Deportivo Rincón.