Por Santiago A. Fraga

Lo que es su mayor virtud, a la vez es su mayor defecto. Como se analizó en partidos anteriores, la seguridad defensiva que le da a Newell’s Old Boys la línea de cinco defensores se resta en presencia en el mediocampo, lo que se traduce en una menor profundidad y variedad en ataque, y el DT leproso todavía no le encuentra la vuelta a cómo nivelar esa balanza sin que descalabre su propia área, aunque hoy logró mantener la estabilidad en el tramo final.

En partidos anteriores, la fórmula mencionada se tradujo en las dificultades que tuvo la ‘Lepra’ para cerrar los partidos que iba ganando o para buscar ponerse en ventaja cuando ya le habían empatado, y hoy al tener alternativas en la zona media pudo mantener su idea sin modificar en demasía.

De esta forma fue que el ‘Rojinegro’ empató como local ante Racing y sumó un punto que no solamente le permite conservar su invicto en el campeonato, sino también seguir siendo uno de los líderes del torneo (solo lo puede superar Huracán mañana).

A diferencia del último empate ante Platense y en algo más similar a lo visto en la primera parte frente a Patronato, este sábado Newell’s se mostró un poco más proclive a intentar golpear al rival con ataques directos, sin dejar de lado como prioridad su planteamiento defensivo.

Respetando la estrategia de que la posesión la maneje siempre el rival (el primer tiempo terminó 73%-27% a favor de Racing), Sanguinetti dispuso una presión permanente para ensuciar el juego de toques rápido de la ‘Academia’, con el énfasis también puesto en mantenerse firmes en la última línea para evitar tiros al arco lo mayor posible.

De esta manera, si bien Racing fue quien llegó a fondo en mayor cantidad de oportunidades y llegó a exigir dos veces a Franco Herrera, la ‘Lepra’ también contó con algunas aproximaciones de riesgo, aunque nunca pudo ser claro para conectar en el tramo final.

Sin embargo, algo que Newell’s sufrió en no menos de tres oportunidades en el primer tiempo y que volvería a padecer en el complemento fueron groseros errores en la salida, con jugadores que en el apuro nervioso por querer despejar la pelota terminaron sirviéndosela a algún futbolista del rival. Un punto, sin dudas, a trabajar, pese a que hoy haya salido airoso en ese aspecto.

En el segundo tiempo, luego de que Gustavo Gómez le haya salvado un remate clarísimo a Francisco González, los esfuerzos del local se concentraron en conseguir jugadas de pelota parada, algo que lograron a la perfección en la zona de la mitad de la cancha, aunque nunca pudieron luego capitalizar en goles esos envíos.

Por el contrario, Racing disminuyó muchísimo su intensidad, sufrió para hacer proyectar a sus laterales y los delanteros comenzaron a tener problemas ante los defensores leprosos, por lo que Gago hizo uso del profundo plantel que tiene a su disposición para mover las cosas con dos variantes: los ingresos de Maximiliano Romero y Johan Carbonero en lugar de Gabriel Hauche y Tomás Chancalay. A esto, Newell’s respondió con dos cambios puesto por puesto: el ingreso de Genaro Rossi (por Juan García) y el debut de Fabián Ángel (por Julián Fernández).

A partir de ahí, el partido comenzaría a hacérsele cuesta arriba al local. Las desinteligencias defensivas se profundizaron, Ángel no entró para nada bien (perdió dos pelotas en sus primeras dos intervenciones, sobre el final creció desde la recuperación) y el rival comenzó a encontrar espacios en velocidad, exigiendo nuevamente al joven arquero leproso.

El posterior ingreso de Pablo Pérez terminó resultando vital para evitar que sus compañeros se metan atrás -cayendo en el mismo error que en los últimos dos compromisos-, logrando que Racing no pudiera asfixiar y sofocando así su momentáneo predominio.

De ahí hacia el final, solo quedarían palabras para Herrera, que tapó dos buenos remates de la ‘Academia’ y se llevó una nueva valla invicta en su segundo partido con la camiseta leprosa, el primero arrancando de titular.

El punto más alto que tuvo Newell’s junto con su arquero fue el uruguayo Armando Méndez, que neutralizó a Chancalay y a Romero por su sector y tuvo peligrosas proyecciones en ataque. También estuvieron sólidos Ramiro Sordo y Víctor Velázquez.

De esta forma, el ‘Rojinegro’ se aseguró llegar al partido más importante de la ciudad como uno de los dos únicos equipos invictos de la liga y entre los punteros, aunque deberá seguir trabajando para resolver cómo atacar a sus rivales, especialmente en los partidos en donde la característica del rival no es un ataque directo y avasallante como en el caso de Racing, Estudiantes y Argentinos.