Por Fabrizio Turturici

Newell’s goleó por 3-0 a San Martín de San Juan en un partido donde pudo plasmar su superioridad no con la pelota en movimiento, sino a través de los penales convertidos por Mauro Formica en la primera parte y Maxi Rodríguez y Víctor Figueroa en el complemento.

La Lepra saltó al campo de juego decidida a ser protagonista del encuentro, como lo hace habitualmente desde la dirección técnica de Héctor Bidoglio, proponiendo la movilidad de sus volantes para abastecer y no dejar solo a un único referente de área.

En este contexto, el conjunto rojinegro tuvo la chispa necesaria para generar una gran cantidad de situaciones, aunque falló siempre a la hora de la definición, mientras que en el fondo sufría ciertas desatenciones salvadas por un inmenso arquero como Alan Aguerre.

Al imponerse en juego pero no en el resultado, lo que no podía destrabar mediante las jugadas elaboradas llegó a través de la pelota parada, precisamente con un penal convertido por Mauro Formica, para ponerle justicia al marcador antes del entretiempo.

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Newell’s salió dormido a jugar la segunda mitad y San Martín aprovechó el envión para encerrarlo en su arco, contando con claras situaciones de peligro pero dando muestras de su incapacidad para convertir el empate producto de la falta de jerarquía individual.

Un problema recurrente en el equipo del Parque Independencia suele ser la inestabilidad defensiva, pero en la noche del lunes pudo disimularla gracias a la pasividad rival y a otros dos penales convertidos por Maxi Rodríguez y Víctor Figueroa para el delirio de la gente.

Así las cosas, el conjunto leproso liquidó el encuentro y hasta pudo transformarlo en una goleada, que tranquiliza de cara a futuro por el rendimiento demostrado, y que da respiro a su complicada situación en la tabla de los promedios por el descenso.