Por Diego Mussetta

Un miércoles soñado. Ese es el que vivieron Newell’s y Central. Ambos ganaron y cada uno, a su manera, se ilusiona. La Lepra con encontrar el rumbo y salir de una crisis qye provocó un sismo dirigencial más allá de la salida del entrenador; y el Canalla con pelear el título, pues es líder de su zona y su juego ya enamora al país futbolero.

Newell’s: goleó y logró oxígeno

Ni el más de los optimistas hinchas de Newell’s hubiese esperado una tremenda actuación como la que el equipo de Juan Pablo Vojvoda brindó ante Racing. La Lepra recuperó la actitud. Y con eso alcanzó. El DT interino acomodó las piezas en cada lugar y los protagonistas respondieron. Con ganas, sacrificio y goles. Fue 5-0 ante un tímido Racing para encender la llama de la recuperación.

Con el peruano Luis Advíncula como figura, un Insúa sólido por la banda y hasta goleador, la vuelta del siempre rendidor Mateo –y hasta de asistente como en el pase del gol de Advíncula–, la potencia de Boyé y los goles de Maxi, Newell’s demolió a la Academia y su gente volvió a sonreír tras el mazazo que sufrió el fin de semana en el Clásico.

En la semana la crisis post Clásico generó, además de la partida de Lucas Bernardi, la decisión de la comisión directiva de adelantar las elecciones. Sin embargo, este miércoles los hinchas se olvidaron de todo y alentaron al equipo. Y se fueron ‘chochos’ con los cinco goles. Ahora se viene Boca, el sábado en La Bombonera, una linda prueba como para consolidar la levantada.

Central: ganó en Avellaneda y es cada día más candidato

Otra vez ganó Central. Y su gente es pura ilusión. El envión anímico de haberse quedado con el Clásico fue fundamental. Y eso se vio durante los 90 minutos en el Libertadores de América, donde los de Coudet demostraron solidez y eficacia para dejar en el camino a Independiente y ahora ponerse a pensar en el partidazo del domingo en el Gigante frente a River.

Es verdad que en el primer tiempo el Canalla no la pasó bien y el 0-0 con el que se fueron al descanso fue mentiroso, pues Independiente hizo méritos como para irse en ganancia. Pero en el segundo tiempo, como en el Clásico, la historia fue otra…

Con Colman de conductor, el ida y vuelta de Montoya, el sentido de ubicación de Musto, la solidez de Donatti y Pinola –la mejor pareja de centrales del fútbol argentino–, la salida de Salazar y Álvarez por las bandas, el trajinar de Aguirre por izquierda y la potencia de Larrondo, el Canalla dio otra exhibición de equipo compacto y serio.

Larrondo cambió por gol el penal en el inicio del complemento y ahí la historia fue otra. Central dominó casi a voluntad, hizo correr el balón y Aguirre liquidó el pleito tras un contraataque fulminante.

Casi no pasó sobresaltos el Canalla. Se cerró bien atrás, en el medio fue impasable y hasta pudo haber aumentado en un par de ocasiones. Pero lo más importante es que se consolida cada día más como aspirante de peso al título. Ganó los tres partidos, aún no le convirtieron y el domingo, en el Gigante, sabe que tendrá la gran prueba: pasar a River. Igual, su gente sueña. Y tiene con qué hacerlo…