Por Enrique Genovar

Tal vez llevó mucho tiempo. Está claro que no fue un amor a primera vista. Que tuvieron que pasar varias citas para que una de las partes diera el sí. Es que uno de los involucrados coqueteó con otros colores y eso nunca gusta. Pero llegó el amor. Y en el partido del viernes lo dejaron en claro y lo gritaron bien fuerte.

Los amores en el fútbol son especiales. Es que una de las partes debe seducir y esperar la aprobación del otro. Un amor que no se hace de a dos. Y la única forma para que el mismo se materialice es una sola: tener buenos rendimientos.

A Teo le costó mucho entrar en el corazón de los hinchas canallas. Es que el colombiano no tuvo un buen primer semestre y encima coqueteó con River y luego con Junior. Y eso no fue bien recibido por los canallas, que en alguna forma no se sintieron correspondidos.

Pero para este 2017 el delantero de nacido en Barranquilla se propuso conseguir el amor de los simpatizantes de Central y lo logró. Con actuaciones sobresalientes, siendo compinche con el prójimo, dejando el egocentrismo de lado y siendo autor ideológico y material de las victorias, Teo recibió la aprobación de la hinchada auriazul.

Y el viernes llegó la oficialización. Los canallas ovacionaron al colombiano en varias oportunidades y dieron rienda suelta a la pasión. Una pasión, la que genera el fútbol, que no distingue religiones ni razas. Una pasión donde uno es el que da para luego recibir. Teo y la gente de Central comenzaron su romance y seguramente los canallas querrán que no sea sólo un amor de otoño…