La tenista letona Jelana Ostapenko, que ni siquiera era cabeza de serie, dio hoy la gran sorpresa al proclamarse campeona de Roland Garros, superando en la final por 4-6, 6-4 y 6-3 a la rumana Simona Halep, que desperdició además la ocasión de convertirse en la nueva número 1 mundial.

La ganadora del certamen, que el jueves pasado había cumplido 20 años coincidiendo con su victoria en las semifinales, empezó el torneo como número 47 del mundo y el lunes ascenderá ya al puesto número 12, lo que la hace pasar de ser casi una desconocida a rozar ya su entrada en el Top 10.

Es la primera jugadora no cabeza de serie en levantar el trofeo femenino en París desde la victoria de la británica Margaret Scriven en 1933. La joven letona, entrenada por la española Anabel Medina, suma en París, a lo grande, su primer título individual en el circuito WTA.

Halep, número 4 mundial, volvió a fallar en su segunda final del Grand Slam y la segunda en Roland Garros, tres años después de su derrota ante Maria Sharapova en la final de 2014.