La llamada del árabe Nasser Al-Khelaïfi, dueño de París Saint Germain, lo puso a Mauricio Pochettino frente al mayor desafío de su carrera: llevar a un club plagado de figuras como Neymar, Ángel Di María, Kylian Mbappé y Keylor Navas, entre otros, a la gloria de conquista la primera Liga de Campeones de Europa tras más de una década sin lograrlo.

Para ello, el santafesino aplicará el pragmatismo que le permitió hacer pie en su primera experiencia en Espanyol en LaLiga de España y que luego sustentó en Southampton y Tottenham en Inglaterra. Al entrenador le gustan los equipos con salidas rápidas, verticalismo puro, presión alta y una defensa cerrada y compacta.

“El que no me conoce seguramente dirá que soy bielsista, porque Bielsa me ha dirigido muchos años y tengo muchos rasgos de él. Pero no creo ser un entrenador con la formación de la línea de Marcelo”, se diferenció en una nota con Revista El Caño antes de asumir en España.

Así se destacó desde enero de 2009, cuando por una emergencia asumió en el Espanyol, equipo catalán que lo tuvo finalmente tres años y medio en el cargo, y se dio el gusto de ganarle un clásico al Barcelona de Joseph Guardiola y Lionel Messi.

Los dos goles de Iván Peña rompieron con 27 años de sequía en el Camp Nou y se transformó en la única alegría en esas tierras desde aquel momento.

Los rasgos de Pochettino siempre congeniaron idealmente para dar el salto a la liga inglesa, a donde arribó en enero del 2013 con Southampton y posteriormente llevó a Tottenham a una final de la Liga de Campeones.

Sin embargo, el desafío de París Saint Germain es otra cosa. En la capital de las luces y el arte los esperará un vestuario con pesos pesados, sedientos de gloria y que en el 2020 vieron escurrir la posibilidad de anclarse en la historia grande cuando Bayern Munich se impuso en la definición de la Champions.

Dueño de una disciplina exigente y una vara alta en cada entrenamiento, tal como definió Osvaldo, jugador de Espanyol, que avisó que «a veces» lo querés «matar», deberá ahora guiar a las máximas figuras y hacer gala de su muñeca, la misma que transformó a Harry Kane en unos de los goleadores más imponentes de Europa, y a la que tal vez se le sume Messi en el semestre próximo.

Habrá que ver si en París «le da» para proponer doble y triple turno, como se animó en Londres y así convenció poco a poco a los suyos de cuál era la idea, de cómo ejecutarla y sobre todo, de sus buenos resultados.

En la temporada 2016-2017 cosechó un 68,55 por ciento de los puntos, seguido de 67,27 y 60,92. La falta de títulos y el mal arranque en la 2019-2020 le valieron la salida.

Pero también su camino como entrenador dejó la huella en jugadores jóvenes como James Ward-Prowse, Calum Chambers, Harrison Reed y Sam Gallagher en Southampton; lo mismo sucedió con las pequeñas estrellas Erik Lamela, Christian Eriksen, Kane y Eric Dier en Tottenham.

De esta manera, Pochettino, amante del vino francés, por lo que firmó como jugador en Bordeaux, regresará a PSG, a donde estuvo pero dentro de la cancha entre el 2001 y 2003, mismo período en el que con Argentina y bajo la conducción de Bielsa, tuvo la mala experiencia de Corea-Japón 2002.

La carrera de Pochettino como entrenador-

R. C. D. Espanyol 2009 a 2013: 53 victorias, 38 empates y 70 derrotas. 183 goles a favor y 215 en contra.

Southampton 2012-2013 a 2013-2014: 23 triunfos, 18 igualdades y 19 caídas. 87 tantos marcados y 73 recibidos.

Tottenham 2014-2015 a 2019-2020: 160 éxitos, 60 empates y 73 perdidos. 559 anotaciones y 322 en contra.

En total, en su carrera, consiguió el 53,43 por ciento de los puntos.