Rosario Central se enfrenta a la posibilidad de sufrir severas sanciones por los incidentes ocurridos ayer en la previa y post-partido ante Peñarol en el estadio Gigante de Arroyito, por la primera fecha de la fase de grupos de la Copa Libertadores.

En la previa, un intercambio de proyectiles entre la tribuna de hinchas uruguayos y la de los ‘canallas’ terminó con los rosarinos arrojando las vallas metálicas de seguridad a la bandeja inferior de la popular de Regatas. Luego, al término del encuentro, el jugador de la visita Maximiliano Olivera recibió un piedrazo por parte de un plateísta local y se desmayó minutos después en el vestuario.

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Frente a estos incidentes, Central deberá estar atento a lo que pueda resolver la Conmebol, ya que según figura en los artículos 13 y 18 del Tribunal de Disciplina, las posibles sanciones por lanzamiento de objetos van desde una simple advertencia o una multa económica hasta el cierre parcial o total del estadio y la descalificación del torneo (o exclusión de futuras competiciones).

Además, esto no quedará ahí, ya que, la dirigencia de Peñarol hará un reclamo oficial ante la entidad, por lo que la Confederación deberá intervenir y emitir una resolución en los próximos días.

Para las sanciones, hay un amplio abanico de opciones: desde una leve advertencia hasta la expulsión del torneo. Aunque en el medio, también hay ítems que son de multa económica (desde los 100 a 400 mil dólares), a la anulación del resultado del partido.

Este panorama complejo se debe a que los incidentes en la previa ya eran un tema de preocupación, pero la situación se agravó aún más cuando una vez consumado el triunfo por 1-0, el defensor del ‘manya’ Olivera recibió el golpe en el rostro y sufrió una herida cortante que generó un sangrado considerable en la zona.

Alterado por la situación, tuvo que ser frenado por sus compañeros mientras era llevado hacia el vestuario para ser atendido.

El futbolista fue finalmente trasladado al sanatorio Mapaci, en donde recibió las curaciones pertinentes y se sometió a estudios que descartaron una lesión de mayor gravedad, antes de recibir finalmente el alta y volver al hotel con la delegación uruguaya.

Según trascendió, desde Peñarol constataron que el impacto provino de una piedra arrojada desde la tribuna de la parcialidad de Central.

«¡Estoy bien! ¡Gracias por los mensajes! Más allá del dolor y unos puntos de sutura, ¡todo bien! Dolido por el resultado que creemos merecíamos algo más. Pero con mucha bronca por el pésimo trato que recibió nuestra hinchada, nuestra gente. ¡Una VERGÜENZA! ¡Pero todos juntos vamos a dar pelea en todos lados! Peñarol y nada más. ¡Esto sigue! Vamo y vamo», comentó el futbolista en las redes sociales.

Por su parte, Rosario Central emitió un comunicado horas después, en el que informó que identificará a los responsables tanto de la agresión a Olivera como de los disturbios en la antesala del encuentro, aclarando que tanto a los de su hinchada como de la visitante.

«El Club Atlético Rosario Central informa que, debido a los repudiables e inadmisibles hechos suscitados en el partido disputado este jueves 4 de abril de 2024, se encuentra revisando las cámaras y controles de acceso a efectos de identificar de manera inmediata a aquellos simpatizantes -tanto de la parcialidad local como de la visitante- que hubieren incitado y/o protagonizado incidentes y/o actos de violencia», agregó.

«Se los sancionará conforme a las más estrictas pautas legales y reglamentarias correspondientes«, además de asegurar que, si revisten la calidad de socios del club, «se les aplicará el derecho de admisión y, eventualmente, se los penará debidamente y se expulsará en forma irrevocable a quien corresponda«, finalizó el comunicado.

Posteriormente, este viernes, se informó que presentaron una denuncia penal en el Ministerio Público de la Acusación para poder esclarecer los hechos y buscar a los responsables.