Pese al sufrimiento hasta el final, cuando en la tanda de penales el arquero Emiliano Martínez engrandeció su figura, se impuso la lógica y Argentina superó a Colombia (1-1 en tiempo regular y 3-2 desde los doce pasos) para ir en busca del título de la Copa América ante el vigente campeón Brasil, que hará de local en el mítico Maracaná de Río de Janeiro.

Ya sea por lo que significa la historia, por el poderío individual de cada uno o por el brillo de sus capitanes Lionel Messi y Neymar Junior, el partido decisivo lo jugarán los dos que todos esperaban, con el condimento de que la Albiceleste quiere esta vez romper con una racha adversa e ir finalmente por el oro, ya que viene de dos platas y un bronce.

Es cierto que el torneo para ambos fue casi un calentamiento de motores, pero la hora de la verdad ya está a la vuelta de la esquina y solo alcanzará con poner en escena el cien por ciento del potencial, lo que hasta ahora no se vio salvo. Sin mencionar la accesible fase de grupos, Argentina dejó en el camino a Ecuador y Colombia y Brasil a Chile y Perú.

Para este juego en cuestión, el entrenador Lionel Scaloni acertó al incluir de arranque al lateral izquierdo Nicolás Tagliafico en lugar de Marcos Acuña, para contener la subida de Juan Guillermo Cuadrado, y al volante Guido Rodríguez por Leandro Paredes, para darle mayor equilibrio al retroceso de su equipo, lo que funcionó en la primera parte.

Fue con estas estrategias que logró achicar el triángulo defensivo con los zagueros, por lo que los pocos problemas que tuvo aparecieron por el costado derecho defendido por Nahuel Molina: es que entre William Tesillo y Luis Díaz formaron un buen tándem y profundizaron cuanto pudieron, sobre todo con la posesión a su favor.

En cuanto a la faceta ofensiva, el rosarino Giovani Lo Celso se afianzó desde el eje para la generación de fútbol, permitiendo a Messi flotar en los últimos metros para llevar peligro al área cafetera: así llegó el gol de Lautaro Martínez y también algunas situaciones por medio del insistente Nicolás González, que sin embargo no estuvo precisión en el tiro final.

Aunque la dinámica del encuentro dio un giro -¿inesperado?- tras la apertura del marcador: Argentina empezó a quedarse y Colombia pisó el acelerador, manejando el balón y estrellándolo dos veces seguidas en los postes del arquero Martínez. Por eso tuvo sentido el cambio del entretiempo, cuando Gonzalo Montiel entró en el lugar de Molina.

Unos minutos más tarde, cuando peor la pasaba, Paredes hizo su ingreso por Lo Celso para solucionar las filtraciones de su equipo, pero eso no pasó, porque Luis Díaz siguió desequilibrando por izquierda y al cuarto de hora de esa mitad, aprovechó un largo envío del ingresado Edwin Cardona para establecer la igualdad parcial.

En líneas generales, Argentina volvió a repetir la misma historia: un buen primer tiempo con minutos avasallantes donde le alcanzó para sacar ventaja, y una segunda mitad preocupante donde tranquilamente pudo perderlo. Esta vez apareció su arquero Dibu Martínez como salvador, ¿pero le alcanzará para la final ante Brasil?