No hay dudas: Rosario es una ciudad muy identificada con el Dakar. Lo demostró con la apertura más imponente de la historia desde que la travesía visita Sudamérica cuando en 2014 más de un 1.000.000 de personas estuvieron presentes en la apertura de aquél año en el Monumento a la Bandera, lo ratificó en enero de este año cuando miles de espectadores recibieron a la caravana en el último campamento y ahora lo volverá a hacer en enero del año próximo, ya que esta mañana desde Francia llegó la confirmación de que la ciudad será el punto de llegada de la edición de 2016.

En París, y bien temprano, Ettiene Lavigne, máxima autoridad de ASO, la empresa organizadora del Dakar, reveló lo que el mundo ‘tuerca’ esperaba: la confirmación de la próxima edición, que tendrá partida en Lima (Perú) y llegada en Rosario, con jornada de descanso en Salta. Los pilotos de autos, motos, cuatriciclos y camiones emprenderán el recorrido el 3 de enero en tierras incaicas, mientras que luego de transitar caminos del altiplano boliviano ingresarán a territorio argentino, donde el 16 de enero subirán a la rampa final seguramente en el Monumento Nacional a la Bandera, el lugar más emblemático de la ciudad.

La noticia rápidamente llegó a todo el mundo y en Rosario las voces oficiales repercutieron en toda la ciudad. La intendenta Mónica Fein fue la primera que utilizó la red social Twitter para dar a conocer la noticia, mientras que también dejaron su opinión el ministro de Turismo de la Nación, Enrique Meyer; el titular de la cartera turística de la provincia, Martín Bulos; y el secretario de Gobierno municipal, Fernando Asegurado.

 

«La salida será el 3 de enero desde Perú para terminar en Rosario con una fiesta de llegada en el Monumento», contó Enrique Meyer. Y agregó: «En los últimos Dakar quedamos muy contentos con la colaboración organizativa y la gran cantidad de público que se acercó. Queremos hacer el 16 de enero una gran fiesta en Rosario». Es más, Meyer contó una novedad: los participantes que lleguen hasta la rampa se quedarán en la Cuna de la Bandera hasta el 19, por lo que se espera una gran fiesta.

«Evaluamos todos los Dakar que se organizaron en Argentina hasta hoy, en todos los aspectos organizativos, con la idea que se mantenga la frescura del primero y generar una fiesta. Las ediciones anteriores han dado una hermosa fiesta al pueblo argentino y nos manejamos con esa idea», contó Meyer.

En tanto, Fernando Asegurado, actual secretario de Gobierno municipal, destacó que es «una gran noticia para Rosario, es un mimo, un triunfo y un reconocimiento a lo que se han hecho en las ediciones anteriores, en el 2014 con la largada y en el 2015 en el campamento». Y agregó: «Ahora es cuestión de empezar a armar el mismo comité organizador para que en enero volvamos a poner a nuestra ciudad bien alto».

El recorrido

A diferencia de otras ediciones, esta vez la caravana no pisará Chile. La decisión fue tomada por las autoridades de ese país debido a las últimas inundaciones. Mientras que Etienne Lavigne, director del Dakar, quien estuvo a cargo de la presentación de la edición 2016 esta mañana en el Pavillion Wagram en París, anunció que los vehículos pasarán por Bolivia en la parte central del mismo, uniendo tres departamentos como La Paz, Oruro y Potosí.

En pocos meses, los organizadores rectificaron el trazado para sacar al desierto de Atacama «sin perder toda la originalidad y especificidad que debe tener el Dakar», indicó Lavigne. Así, el rally será «un tríptico de todas las dificultades que debe tener la carrera de resistencia más importante del mundo», agregó la máxima autoridad según la agencia EFE.

La carrera comenzará en Perú con un desierto que los habituales del Dakar ya descubrieron en 2012 y 2013 y en Lima, que fue punto de llegada en la primera de esas ediciones. «Será la parte de desierto, de arena, de dunas, de navegación», explicó Lavigne y recordó que Perú representa para los participantes «lo más parecido que hay al desierto sahariano» que los eventos geopolíticos obligaron a abandonar en 2008, lo que llevó al rally hasta el continente.

Los organizadores destacaron que en el estrecho desierto peruano, muy pegado al Pacífico, fue escenario de una gran aceptación popular. «Dicen allí que nunca había habido tanta gente en la calle desde la visita del papa Juan Pablo II», recordó Lavigne.

De forma abrupta, la caravana dakariana ascenderá hacia el altiplano boliviano, segunda etapa del tríptico, «un cambio de superficie muy importante, pero sobre todo un cambio de clima, con condiciones muy duras», según Lavigne. El invierno boliviano, a más de 3.500 metros de altura, las pistas duras de la zona tomarán el relevo para «obligar a los participantes a afrontar una de las características del rally, la resistencia».

El hombre y la máquina estarán sometidos a la dureza del ambiente y a las pistas del salar de Uyuni. Bolivia, que ha recibido el rally en las dos últimas ediciones de forma parcial, lo tendrá en sus tierras por vez primera de forma completa. En 2014 el rally acogió solo a las motos. Al año siguiente se les unieron los coches y en la próxima edición se unirán también los camiones. «Hemos resuelto los problemas técnicos que nos impedían llevar todo el campamento», señaló Lavigne.

A diferencia de los últimos años, en los que el rally hizo un paso en Bolivia, en 2016 el país será atravesado por la caravana. Entrarán por el lago Titicaca para trazar una línea hacia el sur con dirección a Salta, ciudad que será la etapa de descanso y marcará, en la falda andina, el inicio de la recta final del rally, que se desarrollará en las pistas argentinas y que estará marcada por el retorno al calor del verano meridional.

El desierto rocoso, la Ruta 40, perfilará de forma definitiva los contornos de la general de una edición que terminará en Rosario, que ya vivió en 2014 la salida de la edición y que volverá a ser un lugar clave del rally.

Rosario vuelve a demostrar, una vez más, que está en la elite de ciudades organizadoras de grandes eventos. Y por tercera vez consecutiva será epicentro de una travesía mundial. Ya no quedan dudas: Rosario es «la ciudad Dakar».