La estadounidense Serena Williams, considerada como una de las mejores tenistas de toda la historia, estiró a 23 su colección de títulos de Grand Slam, al adjudicarse hoy el abierto de Australia tras superar en la final a su hermana mayor Venus por 6-4 y 6-4.

Serena, de 35 años y desde el lunes próximo nueva líder entre las damas (desplazó a la alemana Angelique Kerber), empleó una hora y 24 minutos para doblegar a Venus (17), un año mayor, y ratificó el favoritismo que se le adjudicaba de antemano, avalado por un historial favorable de 17-11 contra su hermana, mientras que en finales del Grand Slam solo perdió dos veces en un total de nueve enfrentamientos, y además le ganó ocho de los últimos nueve partidos que animaron.

«Fue muy difícil ganar este año en Australia, quiero felicitar a Venus, que además de mi hermana es una gran persona, sin ella no podría haber ganado 23 títulos de Grand Slam, ni siquiera uno. Me inspiró toda la vida y me hizo ser mejor tenista», comentó exultante Serena, segunda en la lista de campeonas de torneos grandes detrás de la australiana Margaret Court (24) y por delante de grandes campeonas como la alemana Steffi Graf (22); y las estadounidenses Helen Wills (19), Martina Navratilova y Chris Evert, ambas con 18.