Por Santiago A. Fraga

Newell’s Old Boys tuvo que trabajar muchísimo, pero con un excelente planteo de Javier Sanguinetti y la enorme solidez del cuadrado defensivo Cristian Lema-Willer Ditta-Julián Fernández-Juan Sforza (a lo que luego se le sumó un gran ingreso en ofensiva de Pablo Pérez) terminó empatando 0 a 0 frente a un Racing que venía de ganar 10 partidos seguidos, consiguiendo así un punto fundamental para esta recta final de la fase regular.

El fixture rojinegro marcaba el partido de este domingo como el más difícil que iba a afrontar la Lepra, en una caliente lucha por los puestos de clasificación en donde cada punto vale oro frente a los numerosos contendientes. Entonces, y con el gran presente de la ‘Academia’, “firmar el empate” era una opción más que tentadora para cualquier hincha rojinegro en la previa del cotejo.

Finalmente, Newell’s no solo pudo mantener el cero en su arco, sino que incluso hasta hizo figura al arquero rival y hasta pudo haberlo ganado con varios ataques claves, incluido el último de todo el encuentro.

En el tramo que va desde el comienzo hasta el fin del primer tiempo, el partido a Lepra se le fue haciendo cuesta arriba, pero logró el objetivo fundamental de no recibir goles. Racing, fiel al estilo que lo llevó a tener esta gran campaña actual, supo que la vía para lastimar a su rival era con un ataque dinámico, coordinado por el eje de volantes entre Carlos Alcaraz, Leonel Miranda y Aníbal Moreno, generando espacios para la proyección de los laterales o para lograr poner mano a mano a sus delanteros.

El rojinegro, con momentos de mayor y menor sobresalto, respondió a esto simplemente con la solidez de su zaga central y con un intenso trabajo de la dupla de volantes defensivos que compusieron Julián Fernández y Juan Sforza.

Al mismo tiempo, la mejor defensa del rojinegro fue con la pelota, teniendo varios pasajes de tranquilidad al elaborar ataques con una prolongada posesión y logrando así reducir el ritmo vertiginoso del juego que genera el local.

De los momentos en que Newell’s pudo atacar, también se desprendió otra de las claves para aguantar tanto tiempo el cero en el arco propio, que es con el rápido retroceso de sus jugadores, que en cuestión de segundos volvían a rearmar el bloque defensivo y revirtiendo así una situación de inferioridad numérica.

Sin embargo, al rojinegro le costó poder tener claridad en la producción ofensiva. Por la disposición del local, el rol de Nicolás Castro iba a ser fundamental para que la Lepra tuviese opciones de gol aprovechables, pero el rafaelino tuvo un flojo primer tiempo y eso se sintió. De hecho, las más claras del equipo fueron recién cuando en la segunda parte pudo encontrar espacios y ensayó dos remates lejanos que salvó Gustavo Gómez.

El arquero leproso, Iván Arboleda, osciló entre muy buenos momentos, con tres atajadas importantes, con algunos errores como a la hora de dejar viva una pelota tras un tiro libre o al equivocarse en el achique en un mano a mano que terminó salvando Cristian Lema. Sin embargo, su salvada a un cabezazo de Enzo Copetti ni bien comenzado el partido terminó siendo determinante.

En la segunda etapa, con un comienzo marcado por varias llegadas de peligro del local, cada equipo profundizó en sus intenciones y Javier Sanguinetti decidió reforzar la presencia defensiva, apuntando solamente a generar ocasionalmente ataques rápidos mediante la presión alta de jugadores como Justo Giani, Djorkaeff Reasco y Francisco González o con alguna contra o pelota parada.

Más adelante, también intentaría sumar más presencia y solidez en el mediocampo con los ingresos de Pablo Pérez y Marcos Portillo, también con la intención de que Pérez pueda cumplir con aplicar ese peso a las espaldas de los volantes de Racing y funcionando como primera arma de ataque.

Lo que no pudo hacer Castro, Pérez lo efectivizaría a los 34’, cuando en una de sus primeras intervenciones ofensivas le puso un pase excelente a Justo Giani para dejarlo mano a mano frente a Gómez, en un duelo que el arquero le terminaría ganando por poco al porteño.

Con los equipos así dispuestos y Newell’s con más presencia en el medio, la Lepra tuvo un buen tramo de partido en donde se encontró más cerca del gol que su rival, obligando a Fernando Gago a corregir con otros dos cambios y haciendo poco a poco figura a Gómez.

Si bien Racing también tuvo alguna llegada clara más, las últimas del partido terminarían siendo mano a mano de los jugadores leprosos, donde por apuro ante la presión de los defensores tuvieron que rematar desde lejos y no pudieron lograr un gol que hubiera sido apoteósico.

Así las cosas, la Lepra se llevó un verdadero “puntazo” de un escenario muy difícil como Avellaneda, quedando bien parado para lo que serán las últimas dos finales que el equipo tendrá por fase regular, donde intentará conseguir la clasificación enfrentando a San Lorenzo de local y a Gimnasia de visitante.

Asimismo, si Newell’s llegara a sellar esa clasificación, el partido de hoy termina resultando muy interesante para analizar y vislumbrar cómo Sanguinetti podría afrontar estratégicamente esos choques directos.