Rosario Central cayó 2 a 0 ante Boca Juniors en el Gigante de Arroyito, por la fecha 13 del Torneo YPF de Fútbol Femenino, este sábado, y perdió el invicto y el liderato que tenía en el certamen. 

Por la 13 del Campeonato de Primera División, Las Guerreras no pudieron ante el Xeneize y, de esta manera, quedaron como escoltas, con 30 unidades, de la UAI Urquiza y el equipo de la Ribera, que llegaron a 33 puntos por sus victorias en esta jornada. Andrea Ojeda y Brisa Priori anotaron los goles de la visita, a los 35 y 46 minutos del primer tiempo, respectivamente. 

No fue un buen partido de las dirigidas por Damián Ledesma, que fueron claramente superadas por su rival, el cual se aprovechó de las desinteligencias defensivas auriazules para vulnerar el arco de Vanina Correa en dos ocasiones y, a partir de allí, manejar el trámite con tranquilidad a partir de la diferencia obtenida. Al conjunto canalla se lo notó desincronizado en sus movimientos y demasiado largo entre sus líneas, dejando huecos claros que fueron aprovechados por el visitante.

De todas formas, Central viene realizando una muy buena campaña en el certamen, la mejor desde la semiprofesionalización de los campeonatos de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) en 2019. La de esta tarde recién fue su primera derrota tras trece jornadas disputadas, además de haber conseguido un sello futbolístico que lo llevó a estar donde está en la tabla de posiciones, siendo un equipo mucho más competitivo que en años anteriores.

Se sabía que el de este sábado era el compromiso más complicado que iban a tener Las Guerreras en el torneo, junto con el del otro líder, la UAI Urquiza, por lo que haber caído en este encuentro no es una sorpresa ni mucho menos, tampoco empaña lo gran hecho hasta el momento. Las comandadas por Chirola deben archivar este encuentro cuanto antes y enfocarse en el próximo objetivo, que será la visita al SAT, por la fecha 14, una oportunidad clara para recuperarse rápido de esta caída.

Tarea para el entrenador realizar los ajustes necesarios, sobre todo en los pases y la disposición táctica para defender, y levantar anímicamente al equipo. El partido siguiente, ante un rival que ocupa la mitad para abajo de la tabla de posiciones, debe servir para volver a ganar confianza y mantenerse en el lote de los de arriba.