Por Santiago A. Fraga (@santifr_ar)

Agridulce primera presentación para Newell’s Old Boys en la Liga Profesional de Fútbol 2023. Si bien siempre es rescatable el sumar puntos en condición de visitante, el empate de hoy de la ‘Lepra’ con Platense por 2 a 2 terminó ratificando algunas de las apreciaciones sobre el armado del plantel que se tenían en la previa del inicio de la actividad futbolística.

A pesar de que por momentos se notó la intención del flamante director técnico Gabriel Heinze en la propuesta ofensiva del equipo, la misma terminó chocando con las limitaciones de las individualidades que componen el once.

Por ejemplo, yendo por línea, el arquero Lucas Hoyos, de los primeros refuerzos del mercado de pases, demostró en el mismo partido por qué fue especialmente elegido por el DT y por qué los hinchas se mostraron reticentes ante su llegada.

Por un lado, se lo vio con una participación activa en la salida del equipo, siendo opción y tocando la pelota 43 veces, lo que es incluso más que todos los volantes y delanteros del equipo rojinegro (con excepción de Juan Sforza, uno de los mejores hoy).

Sin embargo, al mismo tiempo demostró su endeblez bajo los tres palos, siendo partícipe necesario de los dos goles de Platense (primero con una floja respuesta ante el remate de Nicolás Morgantini y luego con un grave error de cálculo que posibilitó el 2-1 parcial del local).

De allí surge una pregunta lógica, ¿cuánto te sirve un arquero que te ayude en la elaboración de juego si después no termina por aportar seguridad, incumpliendo su principal función? El recuerdo de Iván Arboleda y los errores contra River que lo condenaron a los ojos del hincha resurgen más que nunca. No obstante, Hoyos tendrá oportunidad de redimirse frente a su gente en la próxima fecha, aunque deberá remarla desde abajo.

En cuanto a la línea defensiva, el punto más bajo quizás haya sido el de Bruno Pittón, con un primer tiempo en donde quedó muy expuesto a raíz de varias jugadas en donde Nicolás Morgantini le ganó con mucha facilidad la espalda. Esto, a su vez, generó un desequilibrio que también terminó por afectar a Willer Ditta, que cumplió uno de sus partidos más flojos, aún habiendo tenido algún cruce importante.

En el mediocampo y en el ataque fue en donde Newell’s más sintió el peso de una de las grandes falencias de este nuevo plantel: la falta de jerarquía. Aspecto que también se notó en algo tan básico como quién fue el jugador que se encargó de patear el penal (el joven Ramiro Sordo, cuando antes se encargaban Cristian Lema o Juan García).

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En cuanto a la línea de volantes, donde Platense ejerció mayor presión e intensidad, Sforza fue de lo más destacado por su ímpetu, mientras que Iván Gómez alternó buenas y malas (se lo notó perdido, sin terminar de encontrar su posición, aunque laborioso y participativo) y Guillermo Balzi fue de lo más discreto del equipo.

En la ofensiva, resurge otra pregunta que ya viene desde el comienzo del mercado de pases: ¿cuál fue el sentido de dejar ir a ‘Juanchón’ García sin tener un reemplazo garantizado?

En una de sus primeras conferencias de prensa, Heinze aseguró que su idea de centrodelantero no es tanto la de un 9 clásico como García, sino la de uno que participe más en la elaboración del ataque, jugando incluso más afuera del área que adentro.

Con esto en mente, resulta extraño que la idea del primer tiempo haya sido jugar constantemente a generar divididas para Genaro Rossi, que terminó pagando caro su poco peso a la hora de pararse como única referencia ofensiva y pivotear.

En efecto, el ataque cambió drásticamente con los ingresos de Djorkaeff Reasco (de mayor movilidad y más punzante) y Nazareno Funez (más prototipo de 9 clásico), siendo gracias al ecuatoriano que la ‘Lepra’ llegaría al empate de Francisco González.

En este aspecto, resta ver cómo se acoplará Jorge Recalde, pero sin dudas será la gran apuesta de este plantel leproso, que tendrá serios problemas ofensivos si el paraguayo no termina siendo una fuerte carta goleadora, a pesar de la presión que esto conlleva.

A la hora de hablar de los extremos, es una de las pocas zonas del campo en la que el equipo ni progresó ni involucionó en el mercado de pases. Al igual que en la temporada pasada, Sordo y ‘Panchito’ González fueron los encargados de darle movilidad al último tercio rojinegro, y dentro de todo cumplieron un buen partido.

Si bien no tuvieron demasiadas chances de ser incisivos en el desarrollo de los ataques, fueron claves en las jugadas en donde tenían que demostrar y ayudar al equipo, terminando así por convertir uno de los goles de la tarde cada uno.

En líneas generales, las sensaciones que otorgaba este plantel en la previa era que había sufrido una involución respecto del anterior que consiguió la clasificación a la Copa Sudamericana.

Si bien el partido de hoy terminó por confirmar ese pensamiento, todavía es muy temprano en el año y se puede otorgar el beneficio de la duda a la espera de ver qué pasará en la cancha cuando se integren los dos últimos refuerzos (Recalde y Jherson Mosquera) y cuando estén al 100% otras piezas como Pablo Pérez y Cristian Ferreira, pero sin lugar a dudas es nuevamente una fuerte preocupación la poca profundidad de plantel que tiene Newell’s, algo fundamental si se tiene en cuenta que ya lo padeció mucho el año pasado y que en este semestre tendrá triple competencia.