Pasaron 30 años de aquella tarde lluviosa del 9 de julio de 1991, una jornada inolvidable y gloriosa para el pueblo Leproso tras la obtención del título en la mismísima Bombonera. Una proeza del elenco de Bielsa que quedó en la historia del fútbol argentino.

Aquella coronación de la Lepra quedó en la memoria de los hinchas para siempre, por la forma en que se dio el partido, en una cancha embarrada donde no se podía jugar y sólo la valentía podía sacar el partido adelante. Además, Newell’s tuvo todo el contexto en contra, incluido el árbitro Lamolina, que no cobró un claro penal a Pochettino, que podría haber cambiado la historia del partido.

El gol de la «Vieja» Reinoso sobre el final parecía que echaba por tierra la ilusión Rojinegra, el pitazo final marcó el 1-1 en el resultado global (había ganado el team rosarino en la ida 1-0 con tanto de Berizzo), lo que obligaba a la definición por penales, allí el «Gringo» Scoponi se luciría con dos atajadas y el disparo final de Pico por arriba, le terminó dando la alegría al equipo del parque.

Los once que eligió Marcelo Bielsa para jugar el partido fueron:  Norberto Scoponi; Juan Manuel Llop; Fabián Garfagnoli, Mauricio Pochettino, Eduardo Berizzo y Miguel Fullana; Gerardo Martino y Julio César Saldaña; Julio Zamora, Ariel Cozzoni y Cristian Domizi. 

Conclusión dialogó con Ariel Cozzoni, protagonista de aquella tarde inolvidable y recordó las sensaciones de aquel momento: «Fue muy emocionante, en el momento lo festeja, pero uno se da cuenta de lo que logramos con el paso de los años, quedamos en la historia, pero en ese momento uno no toma la dimensión de que va a quedar en la historia del club. Boca no ha perdido nunca una final mano a mano en su cancha, y haber sido parte de que Newell’s tenga una estrella fue maravilloso, es lo que desea cualquier jugador».