Por Pablo Martínez

Newell’s consiguió una victoria revitalizante, necesaria, para un momento que lo ameritaba más que nunca, porque tras la dura derrota con Estudiantes y con el clásico en el horizonte, el triunfo ante los chilenos le permite al elenco de Heinze recuperarse en la faz anímica. La figura Brian Aguirre anotó el tanto agónico y la Lepra mantiene el invicto en tierras trasandinas.

La Lepra se llevó un triunfazo de Rancagua, no tanto por las formas sino por la manera de conseguirlo y teniendo en cuenta la necesidad que había para torcer el mal momento vivido en La Plata.

El equipo no evidenció un gran rendimiento pero de los dos fue el que más ambición tuvo para quedarse con los tres puntos.

La figura excluyente fue Brian Aguirre, de muy buen primer tiempo, donde sólo le faltó mayor poder de fuego para abrir el marcador. En el complemento se diluyó pero el ingreso de Sordo, le aportó sensación de peligro al equipo rosarino.

Audax Italiano fue un rival limitado, queda claro que no es parámetro, pero al hincha Rojinegro poco le importa, el tropezón ante el Pincha encendió muchas alarmas de preocupación y esta victoria emotiva trae tranquilidad de cara al partido más pasional.

Newell’s tendrá que mejorar a la hora de generar volumen de juego, es impecable el trabajo en la posesión, llegando por los costados en todo momento, pero falta de final de jugada evidencia una pobreza en llegadas al arco rival.

Tal vez, el gol de Brian Aguirre pueda demostrar la idea del DT, la jugada tuvo la agresividad de Ramiro Sordo, que fue lo suficientemente inteligente para no apurarse en la decisión final, vio a su compañero bien ubicado, cedió la pelota y el volante juvenil definió con calidad.

La Lepra se quedó con tres puntos vitales, importantes para recalcular la estrategia, para calmar las aguas tras una visita errática en la ciudad de las diagonales y llega con un rendimiento más convincente al clásico rosarino.