La estatua de bronce en honor a Lionel Messi que forma parte del Paseo de la Gloria, en la Costanera de la ciudad de Buenos Aires, fue vandalizada este domingo por la mañana sin que se pudiera detectar a los atacantes.

Emplazada en Tristán Achával 1100, en la Costanera Sur, la estatua apareció con las piernas cortadas a la altura de los tobillos y tirada en el piso pero no había piezas faltantes, por lo que se descartaría un robo.

El monumento había sido inaugurado el 28 de junio de 2016 y no es la primera vez que se lo vandaliza: en enero de este año lo habían mutilado de las rodillas para arriba.

Otro de los casos de vandalismo en este paseo corresponde a la estatua de la tenista Gabriela Sabatini, a quien le robaron su raqueta en octubre de 2014, a escasos 20 días de su inauguración.

Del Paseo de la Gloria también forman parte otros destacados deportistas nacionales como Roberto de Vicenzo, Emanuel Ginóbili, Juan Manuel Fangio, Guillermo Vilas, Luciana Aymar, Hugo Porta, Pascual Pérez y José Meolans.

La ciudad de Buenos Aires debe destinar más de 14 millones de pesos por mes a limpiar intervenciones en el espacio público como grafitis, pegatinas en paredes y mobiliario urbano, retiro de pancartas y pasacalles y reparación de monumentos amputados o escritos con aerosol.

Asimismo se cuenta con el MOA -Monumentos y Obras de Arte-, donde una docena de artistas plásticos trabajan en la restauración, mantenimiento, puesta en valor y limpieza de estatuas, obras de arte, mástiles y fuentes emplazadas en el espacio público porteño.

En todos los casos se reparan faltantes de piezas con resina y luego se pintan simil bronce para que no resulten atractivos para su robo.

«Destinamos muchos recursos para remediar el vandalismo. Es importante que todos cuidemos el patrimonio, que en algunos casos sufre un desgaste continuo y las piezas originales nunca vuelven a ser las mismas cuando son dañadas», indicó Eduardo Macchiavelli, ministro de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad.