Médicos internistas de 29 países de habla hispana y lusa, entre ellos España, se han unido para pedir la implicación de los médicos y profesionales de la salud en la lucha global contra las causas del cambio climático y de la degradación ambiental ante la gravedad de su impacto sobre la salud humana.Además, a nivel global, 9 de cada 10 personas respiran aire contaminado, y el aumento de la contaminación y de los alérgenos está «impulsando el crecimiento de la incidencia de enfermedades cardio y cerebrovasculares, cáncer de pulmón, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, asma y alergias».

En ese marco, 32 sociedades científicas, colegios y asociaciones de medicina interna, han consensuado un documento con las prioridades en la participación de internistas y profesionales de la salud, en general, en acciones para adaptar y mitigar las consecuencias de la degradación ambiental.

Dada la importancia de los efectos del cambio climático sobre el medio ambiente y, sobre todo, sobre la salud de las personas y el rol ineludible y fundamental que desempeña la Medicina Interna en este problema emergente, en julio de 2023 se constituyó un grupo de trabajo con representantes de 32 organizaciones de 29 países de habla hispana y lusa.

De fondo, fomentar la prevención de las posibles consecuencias derivadas del cambio climático, alentar a la formación e investigación específica en esta área, adoptar medidas para combatir las amenazas sobre nuestros sistemas sanitarios y sobre la sostenibilidad de los mismos resultantes del cambio climático.

¿Por qué?

En el documento se incide en que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año, los factores ambientales causan alrededor de 13 millones de muertes, el 20 % del total mundial.

Además, a nivel global, 9 de cada 10 personas respiran aire contaminado y el aumento de la contaminación y de los alérgenos está «impulsando el crecimiento de la incidencia de enfermedades cardio y cerebrovasculares, cáncer de pulmón, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, asma y alergias».

Con los cambios en la ecología de vectores, las enfermedades transmitidas por estos agentes van en aumento, provocando más de 700.000 muertes al año.

Asimismo, los peligros climáticos, meteorológicos e hídricos han representado el 50 % de todos los desastres y «el 45 % de todas las muertes notificadas desde 1970», según datos del Banco Mundial, y el cambio climático está teniendo impactos más fuertes y duraderos en las personas, con daño directo e indirecto a su salud mental y bienestar psicosocial.

Estas consecuencias afectan especialmente a las poblaciones más vulnerables, según el documento, en el que se reconoce que «los sistemas de salud deben aumentar la resiliencia climática y su sostenibilidad ambiental y que «los profesionales de la salud tienen una responsabilidad ineludible en este problema emergente».

¿Cómo hacerlo?

Las pautas consensuadas en el documento son:

Obligaciones éticas: Es nuestra obligación ética participar en la lucha global contra el cambio climático y la degradación ambiental.

Cooperación de organizaciones de salud: Las organizaciones de salud deben colaborar para reducir el impacto en la salud de las poblaciones del cambio ambiental.

Prácticas de sostenibilidad ambiental: Debemos desarrollar e implementar buenas prácticas de sostenibilidad ambiental en todos los niveles para reducir la huella ecológica del sistema de salud.

Directrices clínicas: Deben publicarse directrices clínicas para la prevención y el tratamiento de las consecuencias para la salud del cambio ambiental.

Conciencia pública: Tenemos que comprometernos a sensibilizar a la población sobre estos temas.

Educación sobre One Health: La educación sobre One Health debe ser obligatoria en la formación de pre y posgrado de los profesionales de la salud e introducirse en reuniones científicas. La investigación en esta área debe ser alentada y apoyada.

[One health o «una única salud», es un concepto acuñado para enfatizar que la salud de naturaleza, animales y humanos está conectada y que, por tanto, el enfoque sanitario debe ser global].

Resiliencia climática: Los sistemas de salud deben ser resilientes al cambio climático y desarrollar capacidades para responder a la actual transición epidemiológica y al aumento del riesgo de eventos inesperados.

Prevención de las desigualdades: Debemos prevenir activamente las desigualdades en las consecuencias sanitarias del cambio ambiental y proteger a las poblaciones más vulnerables.

Comportamiento ejemplar: Debemos ser un ejemplo en la adopción de comportamientos que protegen el medio ambiente.

Papel de le Medicina Interna: La Medicina Interna debe ser defendida como una especialidad central para responder a las consecuencias para la salud del cambio ambiental.