Por Mario Luzuriaga

Si hablamos de humor rosarino tenemos que hablar de uno de los que llevó a que se conozca a nivel nacional. Pablo Granados gracias a su personalidad y talento logró instalar a la ciudad en todos sus sketches. La dupla que hizo junto a su par Pachu Peña fue de lo más gracioso, por sus ocurrencias y salidas.

Ahora mientras divide su trabajo de actor y de músico, con la producción, Pablo tuvo la oportunidad de brindar un homenaje a su ciudad natal y a su vez a uno de los más grandes iconos de la literatura popular: Roberto «el Negro» Fontanarrosa.

Aquí junto a Chiqui Abecasis, Raúl Calandra, Liliana Gioia y Omar Capacci  conforman el elenco 100% rosarino, para filmar el segmento «Sueño de barrio»que integra el film «Fontanarrosa, lo que se dice un ídolo».

Pablo dialogó con Conclusión sobre la filmación durante el cóctel de presentación de la película.

_¿Cómo sentís volver a filmar en Rosario?

_No había filmado acá, pase a saludar a casa y después me fui a filmar (risas). Se siente muy bien, se juntan muchas cosas, volver al barrio, ver a mi vieja con más cotidianidad. Creo que no estaba 9 días de corrido en Rosario, desde que me fui en 1993; y me encanta que sea con esta excusa de protagonizar este cuento de «el Negro» Fontanarrosa. Me siento muy orgulloso, con Chiqui (Abecasis) hablamos de que estar dentro de las figuras que han llamado para protagonizar, son todos de mucha experiencia y nosotros estamos en el medio, en la foto y está buenísimo.

_Este cuento tiene la particularidad de ser un elenco exclusivamente rosarino…

_Eso es un plus y que rosarinos porque todos son muy talentosos; y más allá de que haya muchas caras conocidas en los cortos, no los hace ni mejor ni peor que estos que son muy grosos los que nos acompañan. Tuvimos unas jornadas de grabación que las disfrutamos y esperando lo mejor para éste cuento y la película.

_¿Cómo fue que te convocaron para el corto?

_Me llamó Néstor Zapata, el director,que es amigo de años de mi familia y en especial de mi viejo. Comíamos en casa cuando yo era un gurrumino corriendo entre las silla. Lo leímos, lo pasamos, es un cuento que ya lo conocía y mucha gente; lo bueno es resumirlo y pasarlo en 25 minutos que es lo que dura un cuento cuando lo lees.

_¿Tuviste mucha química con Chiqui Abecasis?

_ Diez puntos, ya nos conocíamos pero nunca laburamos juntos. Nos divertimos mucho y grabamos para Instagram unas cosas y nos concentramos y estudiamos mucho para el corto.

_¿Tenés ganas de seguir haciendo cine?

_Si hice dos películas de «Bañeros» que pasaron el millón de espectadores, gracias a Dios y después me encantó hacer la película «Lusers»con un protagonista chileno y otro peruano. Está muy bueno que te vean que haces esto y contagia para que te llamen a seguir haciéndolo, es una rama nueva para la carrera.

_¿Cómo ves el cremiento artístico que tienen tus hijos Migue y Mery?

_Estoy muy orgulloso de los dos. María es una gran cantante y Miguel es un tipo muy talentoso que no necesita nada. Yo tuve que laburar mucho para ser lo que soy. La diferencia es que Miguel es talentoso, es espontáneo, tiene chispa y gracias a Dios no tiene que remarla como lo hice yo. Cuando veía sus primeras cosas lo alentaba para que se perfeccionara, porque era lo que yo hacía acá en Rosario en «Propuesta joven». Se rodeó de muy buena gente como el productor de Telefe, Gustavo Paván que hizo «Peligro Sin Codificar».

_Claro con toda tu banda de amigos…

_Claro con Yayo, que es un tipo muy humilde y muy abierto que le hizo la segunda siempre. Y ahí está por suerte.

_Y vos feliz con tu momento profesional…

_Pero la felicidad es esa, el crecimiento de los hijos y de mi producción. Mis hijos son mi reproducción (risas) y es lo más lindo, yo soy un tipo feliz tengo laburo, a veces más o a veces menos, pero si ellos están creciendo no me falta nada.