Krzysztof Penderecki, uno de los compositores polacos más relevantes, murió en la mañana de este domingo en la ciudad de Cracovia, a los 86, por causas que no fueron detalladas, confirmó su familia a medios locales.

«Con la marcha del profesor Krzysztof Penderecki, la cultura polaca ha sufrido una pérdida irreparable», manifestó a Radio Cracovia el rector de la Academia de Música de esa ciudad, Stanislaw Krawczynski, quien había trabajado varios años con él, según consigna la agencia DPA.

Director de las orquestas más importantes del mundo y reconocido como uno de los más destacados músicos de vanguardia, el artista había nacido en 1933 en Debica.

Alcanzó popularidad a nivel mundial en 1960 por su obra para 52 instrumentos de cuerdas «Treno a las víctimas de Hiroshima», que le valió un premio de la Unesco.

Tras otros éxitos como «Anaklasis», «Polymorphia», «Psalmus», «Stabat Mater» y «La pasión según san Lucas»; estrenó en 1969, en Hamburgo, «Los demonios de Loudun», su primera ópera.

En 1998 fue nombrado miembro honorario de la Academia Americana de las Artes y las Letras y al año siguiente se alzó con dos premios Grammy a la mejor composición contemporánea, por su obra «Segundo Concierto para Violín», y a la mejor grabación por esa pieza junto a Anne-Sophie Mutter y la Orquesta Sinfónica de Londres.

Dos años más tarde, Penderecki fue reconocido con el prestigioso Premio Príncipe de Asturias de las Artes.