Por Javier Hernández (@Jhernandezzok)

Juan Carlos Baglietto, Rubén Goldin, Fabián Gallardo, Jorge Fandermole, Adrián Abonizio y Silvina Garré se juntarán nuevamente para festejar el 40º aniversario de “Tiempos Difíciles”, un disco grabado en el contexto social de Malvinas, la dictadura cívico-militar, el miedo y las tristezas colectivas de una ciudad y un país.

“Cada vez que encaramos un proyecto como éste, revisitamos las canciones y las redescubrimos. Hoy, cuarenta años después, vuelvo a cantar canciones del primer y segundo disco”, dijo Baglietto, quien confió que interpretarán algunas músicas que no se escuchan en vivo desde hace 38 años.

Como grupo La Trova creó una lírica, inventó un estilo, forjó una poética propia. En momentos en que salió a la luz “Tiempos Difíciles”, Soda Stereo preparaba su primer disco bajo la producción de Federico Moura, Virus descubría “Wadu Wadu” y “Agujero interior”, Charly García sacaba “Yendo de la cama al living” y sonaban Los Abuelos de la Nada, Sumo y Spinetta Jade, entre muchos otros. “Tiempos Difíciles” aparece allí: el rock nacional estaba escribiendo la historia quizá sin saberlo del todo.

“Nosotros éramos gente absolutamente apasionada que ni siquiera teníamos la noción real de lo que estábamos haciendo, ni muchísimo menos idea de las consecuencias”, analizó Baglietto, al tiempo que señaló: “Uno puede hablar de todas estas cosas a la distancia porque transcurrió mucho tiempo. Mirá que impresionante: pasaron cuarenta años y hoy estamos hablando de esto”.

-No puedo dejar de comenzar preguntándote por la muerte de Gerardo Rozín. Lo conociste. ¿Qué mensaje tenés para compartir, a modo de reflexión, sobre él?

-No sé de quién es la frase pero era referida a (Diego) Maradona y es bueno trasladarla a Gerardo: “No sé que hizo él con su vida, yo sé lo que hizo él con la mía”. Gerardo fue un generador de infinidad de cosas relacionadas con la música local en un medio como es la televisión, en el cual la música local no existía. Se murió (Juan Alberto) Badía y vino Gerardo a tomar esa posta con la misma seriedad, respeto y conocimiento. Gerardo era un tipo muy preocupado por su laburo y cuando hablaba de algo era porque sabía o se había preocupado por estudiar. Yo lo conocí mucho más allá de la hora que podíamos pasar en televisión los domingos. Tuve, por suerte, una relación más amplia, más personal, más afectiva. Deja un enorme vacío porque era un tipo piola, buena gente. Deja huérfanos a los músicos. Yo no sé que va a pasar con “La Peña” y si alguien va a tomar esa posta. Alguien que lo haga con el mismo cariño y respeto es difícil.

-Hace algunos años Gerardo había sacado en sus redes una suerte de encuesta pública a propósito de “Tiempos Difíciles”. Proponía celebrar el Día de la Música Rosarina en la fecha en la que salió tu primer disco. ¿Qué tuvo este disco? Si antes de la pandemia ya estábamos tan solos, ¿cómo se resignificaron para vos, emocionalmente, estas canciones?

-(Piensa). Las canciones nunca dejaron de tener un significado intenso en mi vida y en la de quienes las generamos y nos rodean. Pero, por sobre todo, nunca dejaron de tener un significado intenso en el público, en la gente que nos acompañó a lo largo de todo este tiempo. Las canciones han sobrevivido y nos sobrevivirán. Ese puñado de canciones no estuvieron hechas con ninguna tendenciosidad. Quiero decir: no fue un oportunismo y nunca pensamos que, como no se podía pasar música en inglés íbamos a cantar en castellano para que las pasen por radio o hacer un disco de tal o cual característica para pegar un golpe de marketing. Nada de todo eso sucedió. Nosotros éramos gente absolutamente apasionada que ni siquiera teníamos la noción real de lo que estábamos haciendo ni muchísimo menos idea de las consecuencias. Uno puede hablar de todas estas cosas a la distancia porque transcurrió mucho tiempo. Mirá que impresionante, pasaron cuarenta años y hoy estamos hablando de esto.

Éramos gente absolutamente apasionada que no teníamos la noción real de lo que estábamos haciendo

-Este disco aparece en momentos donde el rock estaba escribiendo la historia quizá sin saberlo.

-Desde ya que sí.

-En esos dos o tres años en que sale “Tiempos Difíciles” Soda Stereo preparaba su primer disco con producción de Federico Moura, Virus metía “Wadu Wadu” y “Agujero interior”, Charly García sacaba “Yendo de la cama al living”, sonaban Los Abuelos de la Nada, Sumo, Spinetta Jade…

-Creo que ninguno de todos estos personajes -y me incluyo- teníamos ningún análisis de magnitud de lo que estábamos haciendo, y mucho menos de si eso iba a trascender. Las canciones que están hechas sin fecha de vencimiento trascienden a los artistas. Fijate lo que pasa con los singles del verano: ¿Quién se acuerda del single del verano del 83? Pero sí te acordás de “Yendo de la cama al living”. En ese sentido creo que el gran protagonista de todo ese fenómeno fue y es el público. Yo soy un tipo muy agradecido y por eso no puedo soslayar el hecho de que tantos otros estuvieron en este lugar y hoy no están hablando con vos, ni celebrando los cuarenta años. Gente tanto o mas talentosa que nosotros. No estoy haciendo un juicio de valor artístico: el público es el que te pone en un lugar y un poco de trabajo personal hace que todo sea así. El gran protagonista es el público.

En ese sentido creo que el gran protagonista de todo ese fenómeno fue y es el público

-Las canciones que interpretás te suelen atravesar desde lo sensible o político. Hoy, ¿cómo estas viviendo estos clásicos?

-Cada vez que encaramos un proyecto como este, revisitamos las canciones y las redescubrimos. Hoy, cuarenta años después, vuelvo a cantar canciones del primer y segundo disco (“Actuar para vivir” sale con unos meses de diferencia). Las tengo que aprender de nuevo. Van a suceder en este show algunas músicas que no se escuchan desde hace 38 años. Las grabé, las grabamos y al poco tiempo no las cantamos más en vivo.

Van a suceder en este show algunas músicas que no se escuchan desde hace 38 años

-Anticipame…

-“Aunque mañanano no estés”, “Sobre la cuerda floja”, “Puñal tras puñal”, “La música del río de La Plata”: son canciones que hoy estamos estudiando de nuevo y encontrando la vuelta a las versiones desde otro lugar. Porque en ese momento las versiones eran muy pretenciosas: siempre metíamos más notas de las que hacían falta.

-Miraba imágenes de los ensayos y percibo que sigue existiendo, entre ustedes, una mística. Hay posibilidad de soñar con un nuevo “Tiempos Difíciles”. De existir, Abonizio sugirió llamarlo “Tiempos Horribles”.

-(Risas). La primera reflexión es que, en estos últimos cuarenta años, salvo pequeños veranitos, no sé en qué momento no fueron tiempos difíciles. La segunda cosa no lo hablamos ni lo planeamos pero en la medida en que esta mística, como vos decís, siga existiendo, todo es posible. Yo no descarto nada.

-Y ya pasaron varios años desde que se reencontraron inesperadamente y sin fecha de cierre…

-No había fecha de cierre ni de retorno, ni de absolutamente nada. Estas cosas suceden bastante más espontáneamente de lo que pareciera. No hay un plan sideral para que nuestros destinos se crucen. Es bastante buena excusa que un disco cumpla cuarenta años. Esta vez nos juntamos en derredor de este motivo. Quizá en un futuro nos volvamos a juntar haciendo otro disco. Cuando las relaciones personales siguen vigentes las posibilidades son muchas.

Quizá en un futuro nos volvamos a juntar haciendo otro disco

-Por lo pronto toda la atención en la vuelta a Rosario y la mini gira nacional.

-Sí. Vamos a estar el 18 y 19 en el Anfiteatro; el 22 y 23 de abril en el Teatro Ópera (Buenos Aires) y después hacemos Córdoba, Resistencia, Mendoza y algo más también.

Para agendar

La Trova Rosarina mostrará en vivo las canciones de “Tiempos Difíciles” el viernes 18 y sábado 19 de marzo, a las 20.30, en el Anfiteatro del Parque Urquiza abriendo, así, una serie de conciertos por todo el país que los tendrá el 22 y 23 de abril en el Teatro Ópera de Buenos Aires y más tarde en las ciudades de Córdoba, Resistencia y Mendoza. Las entradas para el show local ya se encuentran a la venta en Ticketek.