Por Mario Luzuriaga

Bang Bang y somos historia”…es una divertida excusa teatral para convocar a toda la familia rosarina. Una mezcla disparatada de las comedias nacionales e internacionales, con las caricaturas más reconocidas de detectives y hampones del cine de todos los tiempos. Una comedia de acción que apuesta a risa como objetivo

Un espectáculo en el que pretendemos llegar a los espectadores sin distinción de edades se puedan reír y divertir con el mismo humor. Pablo Razuk dialogó con Conclusión acerca de la obra que se presentará los viernes de febrero a las 21.30 en el Teatro La Comedia, en el marco del ciclo «Un verano fresquito».

—¿Cómo nació esta obra?

—Es una comedia que nació en 1997, en Buenos Aires con unos amigos empezamos a pensar  y le dimos forma a un material que habían empezado a trabajar. Nació como un espectáculo independiente de los cientos que hay y terminó con una gran convocatoria de boca en boca y muy recomendado. Un día nos vimos ternado a los premios ACE como «mejor espectáculo de humor», junto a Los Macocos y Les Luthiers. Les ganamos ambos y después hicimos temporada en el teatro La Comedia de Buenos Aires, a sala llena, de jueves a domingo durante siete meses. Fue algo impactante para un equipo de teatro independiente. Luego la obra se hizo en España, Venezuela, Colombia y en Uruguay.

—¿Qué se va a encontrar el público con esta puesta?

—En primera instancia quiero decir que es una comedia y que los tiros que se van a escuchar son de salva. Es un momento en el que la gente reacciona de una manera muy particular (risas) y todo está calculado. Esto es un teatro en el que la teatralidad está también abajo del escenario. Estos personajes son una mezcla de personajes reconocidos del humor con un poco del humor que se puede encontrar en las películas de Quentin Tarantino. Es una comedia de acción donde el espectador es testigo y parte de lo que pasa.

—¿Cómo te sentís de presentar este espectáculo en tu Rosario natal?

—Siempre estoy volviendo, hay una parte que nunca se fue  y siempre estoy volviendo a casa. Siempre busco eso permanentemente. Tiene una tensión extra porque quiere agradar a los viejos, y con viejos me refiero a los padres. Estar en casa es tener ese aplauso especial, verdaderamente tengo un gran alegría de poder elegirla. Se logró formar un equipo fantástico con el cual estamos preparando el próximo proyecto.

—¿Sentís alguna responsabilidad de tomar el éxito que tuvieron las obras que se estrenaron durante enero, de «Un verano fresquito»?

—Por lo general los éxitos de los compañeros terminan dejando un aura positiva. Es muy bienvenido que al teatro rosarino le vaya muy bien, y más allá de la cantidad de público que tengamos, me parece que el gran objetivo es que se termine de instalar (aunque para mi ya está instalado) la temporada de verano. La gente sabe que tiene una alternativa para ver buen teatro y familiar. Rosario tiene materia prima para tener posibilidades de convertirse en plaza en el verano. No tenemos que esperar la aprobación de los porteños para convertirse en plaza, pero la gente a veces espera eso. Soy un convencido que Rosario tiene todo el material artístico para tener un teatro de origen.