Por Juan Manuel Martelotto
La tristeza vuelve a embargar el mundo artístico rosarino y nacional, en este caso por el fallecimiento de Carlos Elías, cantante, guitarrista y compositor de la legendaria banda Batallón Mermelada, con la que supo conquistar a una gran cantidad de adeptos a lo largo de su nutrida y exitosa carrera, que incluyó grabaciones de discos y presentaciones en importantes escenarios de Rosario y el país. Hace apenas dos años, Batallón Mermelada había sufrido otra gran pérdida: su tecladista histórico: Yiye Di Doménico.
Actualmente, la banda estaba programando nuevas presentaciones en eventos importantes, sin embargo, sorpresiva e inesperadamente, su “alma mater” se fue de este plano con apenas poco más de siete décadas en su cuerpo físico…
“Imposible todavía de creer… muchos años de amistad… años de compartir vivencias… escenarios…”, afirma en diálogo con Conclusión, muy emocionado y conmovido, Tony Abruzzo, el bajista, miembro de Batallón desde hace 38 años, quien a su vez recuerda: “Ingresé a la banda a mediados de los 85. Estaba René Tosco. Aparte de tocar el bajo también hacía voces… era ‘el benjamín’ del grupo… así me decía Carlos en esas épocas…”.
Con mucha nostalgia el bajista rememora: “Nos reuníamos en casa con mates por delante y así salían los temas que después le regalábamos a nuestro público”.
Aquella ola de los 70
Batallón Mermelada surge en julio de 1969, y en diciembre de ese mismo año edita su primer disco simple para el sello EMI (Odeón): “Hijo Afortunado” y “Judy, Judy, Judy” que fue su primer éxito, (fuertemente influenciados por Creedence). Sus integrantes originales son Carlos “Turco” Elías, Víctor Caro (ex arreglador y director musical de Sandro), Raúl Aimar, Carlos Duclós y Yiye Di Doménico.
En enero de 1970, la compañía discográfica los convoca para un festival internacional en Mar del Plata donde ganan el Primer Premio al mejor grupo beat en el primer Festival Internacional de Música beat realizado en el Estadio Bristol de la feliz. En el mismo certamen gana como mejor tema “El blues de Dana” de Arco Iris.
En agosto del mismo año obtuvieron el Primer Premio al Mejor Grupo en el Festival Nacional de música Beat realizado en el Teatro Pueyrredon de Flores (Buenos Aires). Después vendría una carrera de éxitos enrolados en un pop más comercial como animadores permanentes de bailes y fiestas en la ciudad.
A partir de ese momento comienzan su exitosa carrera discográfica en sellos como EMI, RCA, Microfon y Music Hall, logrando un merecido reconocimiento que les permitió recorrer distintos escenarios de nuestro país y el exterior, siempre con base en su ciudad: Rosario.
En 1996 regresan definitivamente a los escenarios para continuar su carrera y cosechar reconocimientos como el Premio Musi 2003 o el título de «Banda Distinguida» en 2014, que recibieron de parte del Concejo Municipal de Rosario en reconocimiento a su trayectoria a nivel regional, provincial, nacional como también internacional, por constituirse sus integrantes como embajadores de la música con origen en la ciudad en sus 54 años ininterrumpidos de creación musical y por resultar un ícono rosarino cuando se menciona la expresión “Música Beat en Rosario”.
Momentos Compartidos
Particularmente he compartido muchos momentos con Batallón Mermelada, banda que conocía de nombre desde mi juventud, pero a medida que fui creciendo me fui empapando de a poco con su estilo, y su historia hasta llegar a trabajar con ellos en diferentes ocasiones.
Me emocionaban con su música, en especial cuando interpretaban “Mañana Campestres” de Arco Iris o “Puerto Mont” de los Iracundos, que más de una vez Carlos, muy atentamente me los dedicó. Cabe destacar que el público siempre recibió muy cálidamente al grupo en cada una de sus presentaciones en vivo y colmaba habitualmente la capacidad de cada lugar donde tocaban.
También recuerdo que gracias a ellos conocí otras canciones que me gustaban como “La tarde que te amé” o “El milagro de tus ojos”, ambas de otra gran banda, Industria Nacional. Vuela alto Carlos Elías, el cielo te espera para seguir tocando la música de Batallón Mermelada hasta el infinito…
