Las cenizas de los restos del maestro Jaime Torres llegaron a su amada Huamahuaca, donde mañana se congregarán músicos quebradeños y pobladores de la zona para darle el último adiós al talentoso intérprete del charango al cumplirse un mes de su fallecimiento.

Tal como fue el deseo del músico Jaime Torres, una parte de sus cenizas quedaron en el cementerio de la Chacarita junto a sus padres Pastora Moyano y Eduardo Torres, mientras que otra parte son las que permanecerán en la Casa del Tantanakuy ubicada en la ciudad histórica.

Para ello los integrantes de su familia decidieron brindarle un homenaje al hacedor cultural con un encuentro similar a los que acostumbraba Torres cada vez que pisaba el suelo de la Quebrada de Humahuaca.

Las actividades iniciarán mañana a las 10 con la concentración de familiares, músicos populares, autoridades locales e invitados especiales en el atrio de la Iglesia Catedral “Nuestra Señora de la Candelaria”, donde el párroco Jesús Olmedo encabezará una misa de acción de gracias en honor al charanguista.

Luego de la misa promediando hacia mediodía comenzará una caravana de músicos que acompañarán la urna funeraria que lleva las cenizas de Jaime Torres hasta llegar hasta la Casa del Tantanakuy, espacio cultural que supo forjar con el incondicional apoyo de su hijo Juan Cruz Torres.

Allí los presentes compartirán un almuerzo y posteriormente comenzará un homenaje musical el cual contará con la llegada espontanea de músicos como Fortunato Ramos, sikuris del pueblo, entre otros a casi un mes del fallecimiento de uno de los exponente de la música de raíz.

Jaime Torres eligió el pueblo humahuaqueño enclavado entre cerros jujeños al cual nombraba con la frase “ésta es mi tierra”, cada vez que ejecutaba su instrumento en los carnavales de antaño o los tradicionales Tantanakuy.

El músico es considerado uno de los más destacados artistas de la música popular argentina, quien falleció el pasado 24 de diciembre, a los 80 años, en la clínica porteña Favaloro.