Por Santiago Fraga

Camperas de cuero, remeras de los Guns N’ Roses y alguno que otro que se animaba a usar la característica galera. Luego de haberse presentado junto al grupo que lo llevó a la fama con Axl Rose y compañía en un megashow en el Gigante de Arroyito, en noviembre de 2016, uno de los mejores guitarristas de rock de la historia volvió a Rosario para presentarse por primera vez en su proyecto solista.

Lejos de la cantidad de público que asistió a la cancha de Central y con un dólar muchos pesos más caro que en aquel entonces, el icónico músico llegó en la noche del miércoles al Salón Metropolitano, en el marco de la gira presentación de “Living The Dream”, su cuarto disco solista, grabado junto a Myles Kennedy & The Conspirators.

Con una puntualidad digna de show extranjero, a las 20 comenzó a calentar motores la banda telonera Neuroína, oriunda de Buenos Aires, que se llevó los aplausos del público presente tras interpretar seis temas con una clara influencia de la estrella de la velada (en julio se presentan en Floyd Rock Pub), y a las 21 sería el turno de Slash y su banda, abriendo a toda potencia con “The Call of the Wild”, canción que también da inicio al mencionado disco.

A lo largo de un show non-stop de dos horas y diez minutos, Saul Hudson demostró que el tiempo para algunas personas no corre y que a pesar de ya tener 53 años se mantiene intacto en un nivel superlativo. No obstante, también es sumamente destacable que los músicos que lo acompañan en el escenario, lejos de temerle a esa vara, están más que a la altura, saliendo a relucir a flor de piel en cada movimiento y cada gesto la química que han logrado en todos estos años.

La seguidilla de «Halo», «Standing in the sun» y «Apocalyptic Love», todas de su segundo disco solista (también llamado “Apocalyptic Love”), se encargaron de dar apertura oficial a una noche en donde, a diferencia de anteriores giras, el músico se dedicó a mostrar todas canciones de su etapa musical actual, sin una sola canción de Velvet Revolver y únicamente con “Nightrain” como pieza de su etapa en Guns N’ Roses, que ya con su característica batería introductoria hizo delirar a los fans rosarinos.

Con su característica voz melódica, totalmente a tono con el noventoso rock californiano y superando con creces la inevitable comparativa con Axl Rose, Myles Kennedy demuestra ser un complemento fundamental dentro de la música de Slash. Sin una voz así, difícilmente la banda logre transmitir el espíritu que buscan las canciones (algo que queda evidenciado en el primer disco solista de Hudson, donde cada canción es cantada por un artista diferente).

Al mismo tiempo, se destaca Todd Kerns por su solidez en el bajo, su presencia en el escenario, con intervenciones constantes de absoluto showman, y hasta por su faceta de cantante, tomando el micrófono para interpretar los movidos «We’re all gonna die» (originalmente cantada por Iggy Pop) y «Doctor Alibi» (que en estudio lleva la voz del legendario Lemmy Kilmister), del primer disco.

Con la camiseta azul de Argentina del 94′, estampada con la 10 y el nombre de Diego Armando Maradona, Brent Fitz la rompe en la batería mientras que Frank Sidoris, si bien si se quiere es uno de los que más desapercibidos pasa, cumple a la perfección su rol en la guitarra rítmica. Todos ellos con un enorme carisma y una constante interacción con el público.

Entre los momentos cúlmines del recital se destaca el maratónico solo de Wicked Stone, con una duración de más de siete minutos totalmente al palo que dejó atónitos y extasiados a los presentes, generando el argentino “Olé olé olé, Slash Slash”.

Además, en uno de los momentos cerca del cierre del espectáculo, Myles Kennedy divisó una bandera colgada en la valla que lo emocionó, a tal punto de pedirla para mostrarla sobre el escenario: “Slash, tu música me ayudó a curarme de cáncer. Gracias”, rezaba el trapo firmado por “Yani” y escrito en inglés (“Slash, your music helps me cure cancer. Thank you”), al que el guitarrista respondió con una gran sonrisa y un beso.

Tras un corte de no más de un minuto, el cierre del show llegó con «Avalon» (de “World on fire) y «Anastasia» (de Apocalyptic Love). Minutos más tarde, en su cuenta de Twitter, Slash comentaría: «Rosario, thank you for a fucking amazing evening! You guys were on fire! Good fucking times! Cheers!» («Rosario, gracias por una terrible noche! Estaban on fire! Gran momento! Salud!”).

Lista de temas: Call of the wild; Halo; Standing in the sun; Apocalyptic love; Back from Cali; My antidote; Serve you right; Boulevard of broken hearts; Shadow life; We’re all gonna die; Dr. Alibi; Lost inside the girl; Wicked stone; Mind your manners; Driving rain; By the sword; Nightrain; Starlight; You’re a lie; World on fire. Encore: Avalon; Anastasia.

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