Este viernes 26 de octubre, Carmina Burana se presenta nuevamente en Rosario para cerrar el 2018 de la mejor manera.

La banda firmatense despide el año con un “fuerte festín pestilente” en Mono (Santiago y Santa Fe), en el que repasarán lo mejor de su discografía.

Las entradas anticipadas se consiguen con descuento en Amadeus (Córdoba 1369) y Utopía (Maipú 778).

Nacida en el año 1994 en la localidad de Firmat, cercana a Rosario, su música es una mezcla explosiva de géneros como el hardcore más elemental, pasando por el rock, el reggae y sonidos tribales, así como la vertiente más bailable y festiva del ska, punk rock y los ritmos latinos. La suma de estos factores es lo que transforma a este grupo en una interesante y corrosiva agrupación, difícil de encasillar y con peso propio. Algo único, un verdadero producto buranezco.

El nombre de Carmina Burana proviene de los oscuros tiempos medievales, obra resultante de los poetas vagabundos llamados goliardos que transitaron por toda Europa, y que mediante la sátira y la ironía ridiculizaron la hipocresía social de esa época. Con armas similares sobrevive hoy entre nosotros, aquel espíritu crítico, en la poesía de esta banda que basa sus letras en la mitología popular Argentina, las historias de tierra adentro y las leyendas importadas desde Europa por sus abuelos entre otras particularidades más.

Recordamos esta entrevista que Conclusión realizó con Juan ‘Billie’ Gómez, baterista del grupo e ingeniero de sonido: