Charly García cerró anoche un gran año marcado por su regreso a los escenarios con un concierto en el porteño teatro Gran Rex, en el que sorprendió al desempolvar varias joyas de su repertorio, reivindicar las composiciones de su polémica etapa en la que se movió bajo el concepto “Say no more” y eludir muchos de los hits reclamados por el público.

En un breve pero contundente show, de apenas poco más de una hora de duración, el máximo ícono del rock argentino se mostró en inmejorable forma musical, lo que le permitió dejar de lado concesiones hacia sus seguidores y desplegar un ecléctico listado de canciones, con un puñado de creaciones de sus años más gloriosos y muchas piezas de sus décadas más caóticas.

Aunque el espectáculo fue presentado nuevamente bajo el título “La Torre de Tesla”, como en las otras apariciones que tuvo este año, y volvió a repetir la escenografía y las visuales de los conciertos de febrero, mayo y julio pasado, esta vez Charly ofreció un concierto bastante diferente a aquellos, no sólo en lo referente al repertorio, sino también en cuanto a intenciones.