Finalizaron las vacaciones de invierno y se nota en la cartelera. Los cinco estrenos que llegan a las salas recambian los géneros y proponen otras opciones que escapan de dibujitos, perros, juguetes y superhéroes.

Infierno en la Tormenta: Una mujer lucha por salvar a su padre cuando se produce en Florida un huracán de categoria 5. Sin embargo, mientras ambos tratan de huir, la tormenta les deja encerrados detro de una casa que se inunda y en la que tendrán que hacer frente a una legión de salvajes depredadores.

La Espía Roja: Joan Stanley (Judi Dench) es una encantadora anciana que jamás ha levantado ningún tipo de sospecha… hasta que una mañana del año 2000 agentes del MI5 la detienen, acusada de proporcionar información a la Rusia comunista. Ha salido a la luz uno de mayores casos de espionaje del KGB y Joan es una de las sospechosas. Durante el interrogatorio Joan vuelve a recordar el año 1938, cuando estudiaba Física en Cambridge y se enamoró de un joven comunista, el mismo que tiempo después, durante la II Guerra Mundial, le puso ante una difícil encrucijada: elegir entre traicionar a su país o salvar al mundo de una catástrofe nuclear. Y es que, trabajando en unas instalaciones de alto secreto dedicadas a la investigación nuclear durante la guerra llega a la conclusión de que el mundo está al borde de una destrucción garantizada, y deberá elegir entre traicionar a su país y a sus seres queridos… o salvarlos.

Esa Mujer: Año 2001, y la joven Qiao está enamorada de Bin, un jefe de la pequeña mafia local en Datong. Luego de un incidente con un arma de fuego, Quiao es condenada a cinco años de cárcel, ocultando que el verdadero responsable fue Bin. Tras cumplir su pena, Qiao lo buscará sin éxito Diez años más tarde, ella sigue soltera y ha salido adelante manteniéndose fiel a sus valores de vida. Pero Bin un día regresará a Datong… En ese lapso, China ha experimentado un cambio tan vertiginoso que está irreconocible. Casi tanto como ellos mismos.

Documentales en El Cairo:

Los muertos y los otros: Un film que nace de una experiencia sostenida de cine colectivo con el pueblo Krahô. Tras la muerte de su padre, Ihjãc inicia un viaje espiritual que lo llevará a vivir un duelo tormentoso. Con quince años se va a enfrentar a realidades que lo verán crecer: asumirse como padre de un nuevo hogar, palpar la marginalización de su comunidad indígena en el Brasil contemporáneo y la posibilidad de convertirse en un shamán. 

Flora no es un canto a la vida: Flora Schvartzman es una mujer soltera de 90 años que quiere morir desde que nació. Alejada de su familia, se pone nuevamente en contacto con sus parientes para organizar su propia muerte. Iair, su sobrino nieto, es el primero en interesarse por ella y por su departamento sin herederos. Presenta su director Iair Said